Municipal
El Ayuntamiento mantiene las bases teóricas para los aspirantes a taxista
Se realizarán tres exámenes y no se descarta programar otra convocatoria «a finales de año» / Abutaxi insiste en que la elevada tasa de suspensos frena las jubilaciones
Los futuros aspirantes a taxista en Burgos deberán demostrar que conocen el callejero y el reglamento. Pese a la reivindicación del sector para flexibilizar el primero de estos apartados teóricos, el Servicio Municipalizado de Movilidad y Transportes (Samyt) ratificó ayer la postura adoptada en su día por el Consejo de Administración al entender que no existe un «criterio justo» para modificar las bases dentro de este apartado.
Aún con todo, el concejal de Movilidad, Josué Temiño, quiso «dar voz» a los representantes de las dos asociaciones locales de taxistas, Abutaxi y Atabu. Su pretensión era que ambos colectivos expusiesen «de primera mano» los «problemas» que atraviesa el sector a todos los grupos políticos. Y aunque el acuerdo sobre el formato de los exámenes ya se había consensuado de antemano, tampoco descartaba un «cambio de escenario», que al final no se produjo, si la oposición y el propio equipo de Gobierno reconsideraban la decisión adoptada en su momento a la hora de aprobar las bases reguladoras de las próximas convocatorias.
Según lo previsto, las pruebas se desarrollarán en marzo, junio y abril. No en vano, tampoco se descarta una cuarta fecha «a finales de año», pendiente de 2019, si fuese necesario. En lo que respecta al contenido teórico de los exámenes, Temiño recalcó que la solicitud de «acotar itinerarios» se descartó incluso tras la renovación de algunos técnicos municipales que forman parte del tribunal calificador para aportar «aire fresco» a la convocatoria al analizar si la petición se ajustaba a los criterios que deben regir este tipo de convocatorias.
La postura del Samyt choca de pleno con la de Abutaxi. Su presidente, Sabiniano Cartón, considera «razonable» que el examen sea «más fácil» porque saberse de memoria alrededor de 1.400 calles merma notablemente la tasa de reposición que tanto ansían los cerca de 30 profesionales pendientes de jubilarse. «Esto no es una oposición», subrayaba antes del encuentro con la esperanza de que el organismo municipal cambiase de parecer porque «esto no ocurre en ninguna ciudad de España».
Al margen de la dificultad que el sector denuncia en lo que respecta a este apartado de las pruebas, lo cierto es que el número de suspensos suele ser muy elevado en cada convocatoria. Por regla general, menos de la mitad de los aspirantes aprueba. No en vano, el edil de Movilidad apunta que muchos de los candidatos ni siquiera se han estudiado el reglamento. Por lo tanto, la nota media de los dos exámenes teóricos y el práctico se reduce considerablemente.Con este panorama, las jubilaciones se retrasan más de lo debido. Cartón señala que varios de sus compañeros, alguno incluso rondando los 70, aguardan con impaciencia un relevo generacional que no acaba de cubrir las plazas necesarias para prestar un servicio adecuado. Si nada cambia, teme que la lista se vaya incrementando progresivamente.«Miedo» a la ordenanzaEl taxi, según Cartón, se asemeja a un «confesionario». De un tiempo a esta parte, uno de los temas más recurrentes entre cliente y conductor es la polémica Ordenanza de Movilidad que entrará en vigor próximamente. La «expectativa» es máxima y no para bien. Al menos esa es la percepción del presidente de Abutaxi y el resto de su compañeros tras hacerse eco de las quejas constantes de los ciudadanos al respecto.
Los usuarios de bicicletas y patinetes tienen «mucho miedo» ante la obligatoriedad de circular por la calzada en las zonas sin carril. La solución que plantean, y que recoge Cartón, es que se necesitan «más infraestructuras» para garantizar la convivencia entre peatones, conductores y usuarios de esta clase de vehículos.En lo que concierne al sector, la situación es «buena» en términos generales porque el volumen de trabajo se ha «estabilizado». Es más, 2019 culminó con una ligera subida respecto al año anterior. No en vano, Cartón remarca que «cuando se estaba saliendo de la crisis, fuimos los últimos en notarlo».