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MUNICIPAL / MOVILIDAD

El centro histórico no es permeable a los ciclistas

El colectivo califica de «decepcionante» el decreto de Alcaldía sobre las áreas de tráfico restringido dado que el centro histórico no tiene la suficiente «permeabilidad» para los ciclistas 

El centro histórico no es permeable a los ciclistas. I. L. M.

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Burgos

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El colectivo Burgos con Bici ve claros y sombras en la nueva Ordenanza de Movilidad. Por un lado, considera positivo que se introduzcan medidas para favorecer la movilidad sostenible y, por otro, ve dificultades claras en su cumplimiento por parte de los usuarios de la bicicleta mientras no se mejore la infraestructura ciclista en la ciudad.

Es la vieja demanda que existe sobre la necesidad de completar la «inconexa» red de vías ciclistas en Burgos y es, por ello, que ponen la atención sobre las dificultades que tiene transitar por el centro histórico donde precisamente hay déficit de carriles bici. «Es necesario habilitar una solución para hacer permeable el centro histórico a la circulación en bicicleta», indican en un documento de 14 páginas en las que analizan la nueva normativa. Burgos con Bici ha participado activamente en su elaboración tanto en las reuniones previas a la redacción como en la presentación de alegaciones.

Critican el decreto de Alcaldía que indica cuáles son las áreas de tráfico restringido en la ciudad y lo califican como «decepcionante». Así, consideran lamentable que se haya atendido la «intransigencia» del grupo municipal Ciudadanos que incluía limitar al máximo la circulación en el centro histórico a cambio de sumar su apoyo para la aprobación de la nueva Ordenanza de Movilidad. 

‘Burgos con Bici’ opina que es posible una convivencia pacífica entre la bicicleta y el peatón en determinadas calles del centro histórico por donde no discurre carril bici. El listado de Alcaldía incluye nueve calles y pasarelas por donde sí podrían transitar bicis y patinetes eléctricos, siempre con la prioridad para el peatón. 

En concreto, las que están incluidas son Fernán González, Concordia, Avellanos, San Lesmes, Gran Teatro, plaza Alonso Martínez, paseo de la Sierra de Atapuerca, puente Besón y la pasarela entre la calle Gran Teatro y el paseo de la Sierra de Atapuerca. En este sentido, añaden que se sigue provocando «un gran tapón para la circulación en bici en el centro de la ciudad y deja pendiente una conexión real de la red ciclista». Sin embargo, ven posibilidades de mejorar en este asunto dado que las áreas de tráfico restringido se pueden modificar vía decreto del alcalde y, por tanto, se podrían sumar próximamente más calles a este concepto. Reclaman que se revise el listado y se unan dos calles en sentido Norte-Sur y dos más en sentido Este -Oeste a través del casco histórico. 

 

Hay calles del centro histórico por las que pueden circular con restricciones los vehículos de cuatro ruedas pero no las bicicletas y patinetes eléctricos

La Ordenanza de Movilidad excluyó la posibilidad de que existan las zonas compartidas para bicis y peatones y recoge expresamente que en el casco histórico queda prohibida la circulación de bicicletas, salvo en la área de tráfico restringido. Cuando menos resulta «confuso» todo este articulado, a juicio de los ciclistas, que aseguran que lo más paradójico es que en la mayoría de estas calles de la «isla» blindada contra las bicis podrán seguir circulando coches «de forma restringida». «Esperábamos que las bicis tuvieran, como mínimo, el mismo tratamiento que los coches, pero parece que esta prohibición fue la condición impuesta por el partido Ciudadanos», lamentan.

Señales Urgentes

Los ciclistas urbanos urgen que se señalicen los tramos de ciclocalles, los ciclocarriles, así como las vías de la ciudad en las que los vehículos no pueden circular por encima de los 30 kilómetros por hora.

Además, defienden la necesidad de destinar medios y presupuesto para hacer cumplir la normativa para evitar que quede «en papel mojado», así como una campaña amplia de información y cocienciación adecuada para que peatones, conductores, ciclistas y usuarios de patinetes eléctricos aprendan las particularidades.

Para este colectivo la nueva Ordenanza de Movilidad debía aprovechar este momento para promocionar el transporte más sostenible e impulsar medidas que animen a dejar el coche en el garaje para conseguir una ciudad menos contaminada, así como la reducción de los accidentes, pero ven dificultades para ello sin la labor de comunicación al ciudadano.

Sobre los patinetes eléctricos, llamados Vehículos de Movilidad Personal, los ciclistas urbanos recuerdan que la ordenanza indica que deben circular por los carriles bici y, por tanto, piden precaución para todos y llaman la atención sobre que pueden «circular muy rápido, son silenciosos, se perciben mal y aumenta la densidad de circulación en las vías ciclistas».

Este colectivo considera positivo que el texto de la normativa prohíba a los vehículos de cuatro ruedas invadir las vías ciclistas. «El imperio del coche tenía patente de corso para campar a sus anchas», indican, a la vez que esperan que se sancionen estos comportamientos incívicos.