MUNICIPAL
Menos botellón en el Casco Histórico
Más de la mitad del servicio nocturno se despliega por la zona a partir de los jueves / El equipo de Gobierno valora la propuesta de crear zonas aparcamiento verdes y naranjas en San Esteban
Erradicar el botellón es prácticamente «imposible». Lo saben los cuerpos y fuerzas de Seguridad, las administraciones y, mal que les pese, los vecinos de las zonas afectadas. Las concentraciones etílicas se pueden disolver, por supuesto, pero la itinerancia hacia otros puntos de la ciudad es inevitable. Aún con todo, la presencia de grupos bebiendo en la calle se ha reducido en torno a un 80% en uno de los focos más conflictivos: el Casco Histórico Alto.
Las evidencias de juerga en distintos puntos del barrio continúan siendo visibles. Sin embargo, la plataforma vecinal que desde hace cinco años reivindica una actuación contundente ha visto cumplido en gran medida su objetivo a «corto plazo» de que los residentes «descansen mejor». Siempre hay excepciones, pero por lo general la tensión nocturna se ha rebajado considerablemente.
El problema, como siempre, es que la Policía Local no puede actuar «en todos lados». La disuasión en el Casco Histórico conlleva un traslado a otras zonas, algunas a las que la Policía Local no puede acceder en coche. Por ello, la asociación vecinal pretende abordar este «problema social» a base de «concienciación».
«El botellón se va transformando», apunta la edil de Seguridad Ciudadana, Blanca Carpintero.
Por ejemplo, organizando una serie de jornadas sobre «educación» que se celebrarán próximamente y en las que se profundizará en cuestiones igualmente preocupantes como la proliferación de casas de apuestas en los barrios. Asimismo, la plataforma confía en que el Ayuntamiento desarrolle «a medio plazo»un plan de ocio alternativo para que los jóvenes cambien el botellón por otras actividades más saludables.
«El botellón se va transformando», apunta la concejala de Seguridad Ciudadana, Blanca Carpintero, consciente de que las «masas humanas» que se concentran en una zona emigran rápidamente a otros lugares cuando la Policía Local hace acto de presencia.
En cualquier caso, se muestra relativamente satisfecha por el refuerzo de efectivos que se puso en marcha el año pasado. Hoy por hoy, en días de gran afluencia como los jueves, el 80% del servicio nocturno -inclusive agentes de paisano- se centra en controlar el consumo de bebidas alcohólicas en la zona y dar cumplimiento a los horarios en los establecimientos.
Sobre las actuaciones a posteriori en lo que a limpieza urbana se refiere, Carpintero destaca el trabajo desempeñado por el Semat, que interviene «inmediatamente» para eliminar la suciedad generada tras una noche de fiesta. Lo mismo sucede con los grafitis, que habitualmente se eliminan «en un plazo de 24 horas» porque uno de los principales objetivos del Ayuntamiento es «crear un entorno limpio» libre de residuos.
Una cuenta de Twitter lleva tiempo interpelando a la Policía Local, al alcalde y a la propia Carpintero.
No opina lo mismo un usuario -o usuaria- de Twitter que desde la cuenta Denuncia Burgos lleva tiempo interpelando a la Policía Local, al alcalde, Daniel de la Rosa, y a la propia edil para que solucionen los «problemas reales» del Casco Histórico. De momento, ni los representantes de la plataforma vecinal ni Carpintero saben quién gestiona este perfil.
No en vano, tanto la concejala como los mandos policiales ya han mostrado su predisposición a mantener un encuentro para analizar sus reivindicaciones. Entretanto, la responsable de Seguridad Ciudadana seguirá celebrando «reuniones periódicas»con la asociación del Casco Histórico Alto para analizar cómo evolucionan los acontecimientos.
«Mucha gente que no es del barrio, por no pagar aparcamiento, sube arriba»
Coches en la ladera
El refuerzo de patrullas policiales ha desplazado paulatinamente al botellón como el «primer problema» pendiente de solución en la zona. La principal inquietud de los vecinos ahora mismo es el aparcamiento en el entorno de San Esteban.
«Mucha gente que no es del barrio, por no pagar aparcamiento, sube arriba», lamentan desde la plataforma. Por eso, precisamente, se realizó en su día una encuesta entre los vecinos para plantear soluciones al Ayuntamiento. Su conclusión al respecto es que, dada la imposibilidad de ejecutar obras en la ladera del Castillo, la «única alternativa» factible sería habilitar zonas verdes y naranjas para gestionar el estacionamiento de residentes y visitantes.
Una vez trasladada la petición, los técnicos municipales de Tráfico están valorando la posibilidad de implantar una medida que, según los vecinos, «ya se ha hecho en otros cascos históricos». A la espera de respuesta, la plataforma espera que no se siga haciendo la «vista gorda» con todos aquellos vehículos que aparcan diariamente en las zonas verdes junto a la muralla y la ladera del Castillo. Lo que sí perciben, sea cual sea el dictamen, es que el equipo de Gobierno tiene «intención de solucionarlo».