El Correo de Burgos

Municipal

Bicicletas contra la ordenanza

La concentración en la Plaza Mayor, convocada por redes sociales, contó con una amplia repercusión / Hicieron sonar sus timbres y después cortaron la circulación en la plaza del Cid

Varios ciclistas cortan el tráfico al comienzo de la calle Vitoria. ECB

Varios ciclistas cortan el tráfico al comienzo de la calle Vitoria. ECB

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Natalia Escribano / Manuel Remón
Burgos

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Los usuarios de la bicicleta mostraron ayer su enfado con la nueva Ordenanza de Movilidad. Una convocatoria, que se ha movido durante esta semana a través de las redes sociales, reunió aproximadamente a medio millar de ciclistas en la Plaza Mayor. Primero fue en la Plaza Mayor y después, en torno a las 14.00 horas, cortando el tráfico en la plaza del Cid en todas direcciones, lo que provocó algunos momentos de tensión con conductores de vehículos.Poco antes de las 13.00 horas ya se veía mucha gente rodar por las calles del centro histórico, algo inusual para un domingo, y todos se dirigían a concentrarse frente al Ayuntamiento para hacer sonar sus timbres como señal de protesta ante lo que consideran un ataque a la bici, el medio de transporte más sostenible.Muchos de ellos llegaron vestidos de negro riguroso ya que la cita se había difundido como «un funeral» de la bici, pero otros llegaron con sus maillot ciclista, después de haber realizado su ruta de domingo, y otros con ropa de calle. Más allá del atuendo, la importancia de esta reunión está en que cientos de personas acudieron para protestar por una normativa que consideran que arremete contra su forma de vida sobre dos ruedas.La Ordenanza de Movilidad, que entró en vigor el pasado 24 de enero, pone negro sobre blanco para indicar que las aceras son de los peatones y precisa que allá donde no haya una vía ciclista tanto los usuarios de la bici como los del patinete eléctrico deberán bajar a la calzada. La prohibición no es nueva, de hecho, la Ley de Tráfico ya contempla que las bicis deben circular por la calzada como el resto de vehículos. Sin embargo, la puesta en práctica de esa restricción, con sanciones anunciadas de 60 euros, se ha encontrado con una fuerte oposición por parte del ciclista urbano.Clara, que utiliza la bici para trabajar, asegura que tiene miedo de ir por la carretera, una circunstancia que le hace pensar seriamente en aparcar este vehículo ya que  una parte de su recorrido diario lo tiene que hacer por la calle Vitoria. «Cuatro carriles, dos en cada sentido, ni me lo planteo», asegura esta joven burgalesa que acudió puntual a la concentración en la Plaza Mayor.Jorge Rodríguez y Miguel Ángel Santidrián no se plantean ‘colgar’ la bici. «Ni por tiempo de desplazamiento ni por principios», aseguran estos ciclistas urbanos que usan este transporte sostenible para ir a trabajar o para moverse por la ciudad. Jorge indica que la bici es el transporte más sostenible y señala que en algún momento del día se puede sentir miedo si tiene que ir por la carretera. Una cuestión que corrobora Miguel Ángel, «en las horas de entrada a trabajar, la gente va atenta a llegar a tiempo a su puesto y no se fijan si hay ciclistas en la calzada».Para ellos dos es fundamental que haya más infraestructura, en forma de más carril bici, antes de «lanzar» a la carretera a los ciclistas. Tampoco ven como solución la medida de que en cientos de calles los vehículos tengan la limitación de circular a un máximo de 30 kilómetros por hora. «Puede ser caótico cuando se comparte la vía con vehículos que transitan a distintas velocidades», asegura Jorge, que recuerda con añoranza sus años en Países Bajos. «Todas las carreteras tienen carril bici incorporado en los dos sentidos de la circulación y hay espacios reservados para las bicis por toda la ciudad», precisa.Por su parte, Daniel Hernando, miembro del grupo deportivo Club del Barro, reconoce que no tiene mucho conocimiento sobre la nueva Ordenanza de Movilidad, pero señala que es imprescindible que haya más vías ciclistas para no tener que hacer uso de la calzada. Este aficionado al deporte sobre dos ruedas asegura que ha sentido «más peligro» por carretera en la ruta deportiva que en la ciudad y considera que es necesario «concienciación» para que se respeten todas las formas de desplazamiento.Pasadas las 14.00 horas la movilización continuaba y muchos de estos ciclistas se lanzaron a recorrer las calles del centro en bici desde la plaza del Cid. La protesta obligó a cortar la calle San Pablo y el puente de Santa María dado que los vehículos de dos ruedas ocupaban la céntrica plaza, normalmente inundada de automóviles. Una vez allí, cortaron el tráfico con barreras humanas al comienzo de la calle Vitoria y en la conexión con el puente de San Pablo, también se impidió el paso a los vehículos que salían del aparcamiento subterráneo de la Plaza Mayor. Durante un rato reinó el desconcierto y empezaron a vivirse algunos momentos de tensión entre conductores y ciclistas.Los primeros agentes que llegaron, de la Policía Nacional, actuaron de barrera y, también de mediadores, entre manifestantes y conductores en el puente de San Pablo, donde había especial tensión tras un incidente entre una conductora y algunos manifestantes. Mientras, en el centro de la plaza, algunas decenas de ciclistas rodaban alrededor de la estatua del Cid entre cánticos de «somos ciclistas, no terroristas» y la mirada curiosa de ciudadanos.La Policía Local había acudido primero a la confluencia de la calle SanLesmes con la calle Vitoria para desviar el tráfico, así como en el entorno de la plazaVega. Algunos de los cánticos anunciaban que habrá más protestas y avisaban de que irían allí todos los domingos hasta que se les haga caso en sus reivindicaciones.Poco después, llegaron más dotaciones de la Policía Nacional y de la Policía Local. También con algún momento de tensión se consiguió restablecer el tráfico en torno a las 14.50 horas. 

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