Cerrojazo por responsabilidad y con mucha preocupación

A la expectativa y con «muchísima preocupación». Es el sentir de los chefs de los restaurantes de la ciudad ante una emergencia sanitaria que les ha llevado a cerrar sus negocios «por responsabilidad» y «hasta nuevo aviso». Es el caso de Antonio Arrabal, responsable de La Jamada, LAB Jamada y del hotel Torremilanos. En total se encuentra al frente de una treintena de trabajadores. «El cierre era necesario por la seguridad de la plantilla y los clientes, pero es un golpe muy duro», comentan el chef. El cocinero se encuentra a la expectativa de que «el Gobierno y otras administraciones implanten medidas para ayudarnos por este parón que tememos se va a alargar más de quince días».Y es que, el siguiente paso que dará el chef es mantener una reunión con sus trabajadores «vía WhatsApp» y «una vez hayamos decidido con nuestra gestoría qué es lo mejor para este momento». El cocinero apunta que «es muy complicado asumir los salarios de 30 personas sin ingresar nada durante varias semanas», comenta y apunta que «nadie nos dice si tendremos que seguir afrontando el IVA, el IRPF o los seguros sociales en caso de ERTE». En cualquier caso, Arrabal lamenta «tener que tomar una decisión tan dura con una plantilla que está volcada con el proyecto».En una situación similar se encuentra el chef de La Fábrica, Ricardo Temiño. «Desde que abrimos esta es la decisión más dura que hemos tenido que tomar y el día que cerramos fue el más difícil de estos años». Temiño mira con preocupación al futuro. «Soy pesimista y creo que el cierre se va a extender más de quince días». Explica que por el momento «parte de la plantilla está de vacaciones y otros con despido» y señala que «la próxima semana seguramente tendremos que realizar un ERTE».En el caso de La Fábrica, además, «el viernes nos llegaba al restaurante mucho producto encargado y eso también son perdidas». De hecho, una vez cerraron, él y su equipo se dedicaron «a cocinar cremas, a hacer conservar de pimientos, etc» y «dejar los arcones congelador organizados». Señala que una vez llegue la vuelta de la actividad, «tampoco será sencillo» y es que «mucha gente seguirá prescindiendo de la hostelería por miedo». Por eso, también solicita a los gobiernos «medidas de ayuda» porque «esta situación es devastadora para las pymes».