Por fin en España tras una larga odisea

Acaban de llegar a la estación de Príncipe Pío. Por fin lo han conseguido. Sara, María y Rebeca respiran aliviadas desde Madrid. Temían quedar atrapadas «una larga temporada»

en Bangkok (Tailandia), pero afortunadamente lograron volar a Moscú y enlazar con España. Junto a otras cinco personas en su misma situación, soportaron una escala de 12 horas en la capital rusa pendientes de la pantalla. Todos los viajes se cancelaban y cruzaban los dedos para que el suyo siguiese adelante. No fue hasta el despegue cuando celebraron tan ansiado regreso.

Si el tren no sale con retraso, estas tres jóvenes burgalesas llegarán a casa a primera hora de la tarde. «Estamos muy contentas», reconocen a este periódico mientras esperan como agua de mayo el último viaje de esta odisea. Para llegar a Príncipe Pío han tenido que viajar por separado, en tres taxis. Tal ha sido el impacto mediático de su historia que uno de los conductores ha llegado a reconocer que sus caras le sonaban de algo. «Os he visto en la tele», les ha dicho. A ellas, cómo no, les hace gracia la situación aunque no olvidan lo mal que lo han pasado durante los últimos días. 

Lo que más les ha llamado la atención, tal y como relatan en un vídeo grabado por ellas mismas, es que no han tenido que someterse a «nigún control». Ni en Moscú ni en el aeropuerto recién llegadas a España pese al Estado de Alarma impuesto por el Gobierno.

Pese a su alegría, Sara, María y Rebeca no se olvidan del resto de españoles que aún permanecen atrapados en otros países por culpa del coronavirus. «Que no piensen en quedarse allí», esgrimen animando a los afectados a «ir todos los días al aeropuerto», a luchar y no perder la esperanza. Entretanto, seguirán en contacto con el resto de compatriotas con los que han hecho «piña" en Tailandia para ayudar, en la medida de lo posible, a quienes aún se encuentran retenidos en el extranjero.

-Más información en la edición impresa de mañana-