Galletas y agua a sanitarios y fuerzas de seguridad

Cualquier gesto de ayuda y de agradecimiento supone en estos días un empujón para los profesionales sanitarios y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el desarrollo de sus labores. Por eso, desde la empresa Florbú han querido tener un detalle con ellos para «agradecerles su entrega durante estos días», tal y como apunta el director general de la firma burgalesa, José Antonio Iniesta. Así, desde ayer, los cinco establecimientos que tiene Florbú  en la capital burgalesa entregarán a los policías locales y nacionales, bomberos, guardias civiles, efectivos de la Unidad Militar de Emergencia y del Samur que se encuentren de servicio durante el estado de alarma y que lo deseen galletas y agua para «hacer un poco más llevadero el turno de trabajo», apunta Iniesta.Con el mismo objetivo, el «de suponer un pequeño desahogo y agradecimiento a su labor», la empresa burgalesa hará hoy una entrega de productos en el Hospital Universitario de Burgos (HUBU). «Este es un primer envío y en función de si quieren más haremos otros envíos», señala el director general de la empresa. Florbú también está preparando envíos para hospitales de la comunidad de Madrid porque «nos lo han solicitado por falta de provisiones».La iniciativa llega después de que la empresa tuviera controlado tanto la seguridad e higiene para su plantilla y «una producción que sigue su curso porque no ha habido reducción de demanda».Iniesta explica que «hace dos semanas creamos un comité de excepción para empezar a implementar las medidas oportunas de seguridad, higiene y preventivas entre la plantilla con la entrega de mascarillas, guantes y batas». Además, «hemos reforzado las medidas de higiene tanto en la línea de producción como en todas nuestras instalaciones».Y es que la industria agroalimentaria no para. «Tenemos que seguir suministrando productos a nuestros clientes porque la demanda no se ha reducido», apunta Iniesta, quien explica que «el único ámbito que se ha visto perjudicado ha sido el internacional, «no solo por la reducción de demanda sino por la complicación de encontrar transporte».Iniesta recuerda que «en estos momentos tan difíciles la industria agroalimentaria sigue al pie del cañón», pero «al final somos personas y lógicamente miramos esta situación con preocupación sobre todo porque la salud y la seguridad de quienes conforman esta empresas son prioritarios», comenta y anima a la población burgalesa a «tratar de enfrentarse con el mayor positivismo a una situación como la que estamos viviendo».