MUNICIPAL / FESTEJOS
El IMC suspende San Pedro y planea una alternativa del 27 al 30 de agosto
La Comisión de Fiestas será la encargada de marcar los actos que se podrían recuperar
Las fiestas mayores de San Pedro quedan suspendidas, igual que la Noche Blanca, la romería de la Virgen Blanca y el Curpillos. Los grupos municipales con representación en el Ayuntamiento, a excepción del Partido Popular que se ha abstenido, han respaldado el acuerdo de suspensión en la reunión del Consejo Ejecutivo del Instituto Municipal de Cultura, así como la propuesta de trasladar algunos de los actos al último fin de semana de agosto, entre el 27 y el 30.
La concejala de Festejos, Blanca Carpintero, asegura que las circunstancias de la crisis sanitaria por el coronavirus hacían necesario tomar una decisión al respecto al futuro de algunos de los actos más populosos de la ciudad. Además, reconoce que el traslado de fechas no deja de ser, por ahora, «más que una declaración de intenciones» ya que no está claro que se va a permitir por parte de las autoridades para los próximos meses. «Estamos hablando de un escenario muy cambiante y tenemos que tener una previsión unas fechas en las que ubicaríamos de ser posible esas actividades, pero todo ello sujeto a las indicaciones de las autoridades», señala.
En la reunión IMC, se planteó que será la Comisión de Fiestas, en la que están representadas las peñas, el comité de Folclore y colectivos como el de los hosteleros, además de todos los grupos políticos, la que decidirá qué actos se quieren programar para ese fin de semana y el cariz que se quiere dar a esa celebración.
Para Carpintero este ese el mejor marco para consensuar las actividades que podrían desarrollarse en agosto, aunque todavía no se ha convocado una fecha concreta de reunión ya que apenas se ha comenzado a retomar alguna actividad institucional de manera telemática, como la propia reunión del IMC que se celebró ayer. «Nos gustaría que los ciudadanos, después de esta situación difícil que estamos viviendo, puedan congratularse y reconciliarse con el pulso de la ciudad. Apostamos por un calendario y por unas actividades que sirvan de homenaje a la ciudad», añade la edil, que compareció por videoconferencia con la presidenta del IMC, la concejala Nuria Barrio.
La responsable de Festejos se muestra favorable a trabajar en esa versión reducida de las fiestas desde el consenso y plantea si podría celebrarse con anterioridad, por ejemplo, la proclamación de la corte de reinas y damas de 2020 ya que participan en otras actividades, además de San Pedro. También indica, «pensando en voz alta», que actos tradicionales como la interpretación del Himno a Burgos podría mantenerse si se realiza con «las debidas garantías». Alternativa al CurpillosEn cuanto a la posibilidad de recuperar las otras fiestas suspendidas ayer, la concejala explicaba que se baraja la idea de dar una alternativa al Curpillos y a la Noche Blanca, mientras que la romería de la Virgen Blanca no encajaría en otras fechas. Así, indica que será la Comisión de Fiestas la que evalúe las posibilidades y, por ejemplo, en alguna conversación con la federación de peñas se ha hablado de que el Curpillos podría pasarse a septiembre. «Habría que valorar la ubicación, si se mantiene El Parral o si se hace busca otro lugar, porque el Curpillos ya no será tal y como lo conocemos», precisa.
Por su parte, Nuria Barrio indicaba que los actos de la Noche Blanca podrían incluirse en el fin de semana de agosto del que se está hablando o quizá en el mes de septiembre. El equipo de Gobierno considera que antes de que acabe este año se podría recuperar ya que es una programación que implica a muchas compañías locales que también «están en una situación muy comprometida» por la crisis del coronavirus.Abstención del PPEl grupo municipal popular manifiesta que sus concejales estaban a favor de la cancelación de las fiestas, que se iban a celebrar entre el 26 de junio y el 5 de julio, por el riesgo sanitario. Su abstención en el Consejo Ejecutivo del IMC tiene que ver con que no están de acuerdo con que se planifiquen unas fechas alternativas en el actual escenario de incertidumbre. «Nadie conoce en estos momentos cuál será la normativa de concentración de personas en la celebración de actos festivos durante el verano y como administración debe imperar la responsabilidad promoviendo, ante todo, la prudencia», aseguran desde el PP. Añaden que eran partidarios de haber esperado hasta finales de mayo antes de plantear un calendario alternativo para evitar tener luego que «rectificar o corregir» más adelante.