CORONAVIRUS
Un vecindario unido ante la covid19
El confinamiento ha estrechado lazos en la calle Antonio Acuña / «A muchos ni los conocía y hoy compartimos un grupo de whastapp»
Encerrados sin saber que hacer se les pasaba el tiempo. Confinados sin poder salir vieron en el momento del balcón como un homenaje a quienes libraban una cruel batalla contra el coronavirus. Querían soltar al aire su esperanza por salir de todo. Un desahogo para resistir. Y al final vecinos que después de años cerca ni se conocían han compartido ideas para animar las tardes-noche en la calle Antonio Acuña. «Cuando empezaron las concentraciones a las ocho de la tarde muchos salíamos a aplaudir, al cuarto o quinto día se me ocurrió sacar el altavoz de mi hijo, puse el ‘Resistiré’ y reconozco que me dio un poco de vergüenza, ni salí a la ventana, pero gustó», explica Jorge Villanueva.
Los vecinos del primero han animado las tardes de estos días de confinamiento preparando piezas musicales que empezaron con ‘Resistiré’ del Dúo dinámico, banda sonora del inicio de la pandemia, y se ha convertido en una lista interminable de piezas para todos los públicos. Jorge, Mamen, Gorka e Iraia fueron perfeccionando su papel de animadores de esta transitada calle del barrio de Fuentecillas y todo lo demás se fue perfeccionando tras Semana Santa.
Al segundo día, la cita terminó con el Himno a Burgos. «Nos pedían más canciones, pasamos a cuatro o cinco canciones y los sábados pensábamos en ampliar el repertorio con cosas más especiales», explica. En Semana Santa se vivió el momento más duro, falleció uno de los vecinos de la calle y «un vecino se puso a rezar, pusimos saetas y piezas de Semana Santa y el viernes pusimos velas en su honor» recuerda.
A partir de ahí el hilo de comunicación entre los vecinos de los dos lados de la calle fue creciendo. «Se estrechó todo mucho con el cambio de hora, ahí ya era más de día te veías las caras y además podíamos estar un rato más en la ventana», explica. Y todo empezó a crecer.
Acordaron que había que celebrar la Feria de Abril. El sábado fue el momento elegido y los balcones se transformaron cual casetas del ferial y «pensábamos que no iba a tener mucha repercusión y al final salió muy bien». Entonces se pasaron entre ellos los teléfonos de ventana a ventana para compartir los vídeos y montaron un grupo de whatsapp. A partir de ahí los encuentros a las 20 horas se fueron perfeccionando.
«Ha habido peticiones de canciones, felicitaciones de cumpleaños…», explica Villanueva. Y tras nombrar a los cumpleañeros los vecinos cantaban a coro el cumpleaños feliz. Y se han preparado fiestas temáticas. La última el pasado sábado cuando la calle Antonio Acuña se transformó en un Carnaval. Y también música en directo. Entre los animados vecinos de esta calle se encuentra Daría Ras. Vió frustrada la presentación de su EP ‘Todo se vuelve azul’ con la mítica banda burgalesa Frío. Previsto en Cultural Cordón para el 28 de marzo, y aunque se ha retrasado para el 13 de junio, como todos los eventos culturales, está todo un poco en el aire. Y Daría Ras no dudó en coger su piano, un amplificador y deleitar a sus vecinos con un concierto especial de música en directo desde la ventana de su casa.
Las citas de los sábados se han ido prolongando. Este fin de semana de manera especial porque han dado un punto y aparte a estas citas de las 20 horas, cerraron las ventanas a las diez de la noche. Los balcones transformados y los vecinos disfrazados. Por este rincón de Fuentecillas se dieron cita el profesor y su banda asaltando La Casa de Papel, Ragnar y sus vikingos, el monstruo de las galletas, el teatro de marionetas y payasos de nariz roja y caballeros y princesas medievales.
Ayer fue su última cita, por el momento. «No hemos pensado si volveremos a hacer algo o no, se habla de hacer una cena, pero está claro que nos veremos en la calle y nos saludaremos, con la distancia de rigor, pero es que ahora mismo hay vecinos con los que no había coincidió en la vida y ahora nos pararemos y charlamos», resume. De esta manera, la covid se ha llevado muchos proyectos, esperanzas y vidas, pero, en una situación de aislamiento la relación entre vecinos se ha estrechado más que nunca en esta calle del barrio de Fuentecillas.