MUNICIPAL / MEDIO AMBIENTE
Las partículas de dióxido de nitrógeno en el aire disminuyen hasta un 62%
La caída del tráfico está detrás de estos resultados del estudio de la calidad del aire realizado por el área municipal Medio Ambiente
Las partículas de dióxido de nitrógeno (NO2) que se encuentran en la atmósfera se han reducido más de la mitad (hasta un 62%) con motivo del confinamiento forzoso de la población. Este compuesto químico, que está íntimamente relacionado con la utilización de los combustibles fósiles que queman los vehículos al circular, es uno de los grandes causantes de la contaminación en las ciudades y, precisamente, la restricción de movimientos ha contribuido a reducirlo a niveles desconocidos en la capital burgalesa. Así lo pone de manifiesto el estudio de la calidad del aire que ayer se presentaba en la Comisión municipal de Medio Ambiente.
Este es un trabajo que se ha realizado con las mediciones que se obtienen de la estación atmosférica ubicada en la zona de Lavaderos durante todo el confinamiento. Antes del 13 de marzo se alcanzaban valores medios de dióxido de nitrógeno de 40 microgramos por metro cúbico, mientras que el pasado 4 de mayo se observaban 15 microgramos por metro cúbico. La disminución es de un 62%, pero en otros días anteriores los registros eran de 20 microgramos, un 50%.
El área de Medio Ambiente del Ayuntamiento observa también la variación de las mediciones en diversas franjas horarias y así se indica en el informe que hay momentos que en la ciudad se registran 90 microgramos por metro cúbico de estas partículas que van de los tubos de escape al aire que comparten y respiran todos los burgaleses.
«Ahondando en esta comparación con el año pasado, representamos, por último, las medias diarias para Burgos de todo el periodo de confinamiento en comparación con el año pasado. Obtenemos que en 2019 hay valores máximos diarios de más de 35 microgramos y durante este confinamiento apenas se han alcanzado los 19 microgramos por metro cúbico, respecto a un valor guía de la Organización Mundial de la Salud anual de 40 microgramos por metro cúbico», prosigue el estudio.
El concejal de Medio Ambiente, Josué Temiño, comenta que en la ciudad quedan dos estaciones atmosféricas, una en la zona de Lavaderos, que mide las partículas de contaminación, y otra en Fuentes Blancas que controla los niveles de ozono. «Hace años había otra en San Agustín y otra más en la calle Nuestra Señora de la Asunción pero cuando se hicieron obras de reforma en estas calles no se volvieron a colocar», recuerda y añade que son estaciones que dependen de la Junta de Castilla y León.
El edil es partidario de poder contar con más recursos para estas mediciones de la calidad del aire en el término municipal por ejemplo en Gamonal norte y en el barrio del Pilar para tener los dos extremos de la capital controlados. Sin embargo, reconoce que son equipamientos caros. «La disponibilidad de recursos para tener una estación municipal está limitada, pero es cierto que a lo largo de este mandato podría estudiarse o bien dejarlo preparado para que lo contrate el próximo equipo de Gobierno», añade.
Un informe realizado por Ecologistas en Acción entre el 1 de marzo y el 30 de abril pone de manifiesto que las emisiones de dióxido de nitrógeno habrían caído un 49% con respecto al mismo periodo del año anterior. La disminución del tráfico rodado es la principal causa de la mayor calidad del aire.