El Correo de Burgos

Sociedad

La venta de tabaco cae un 8% pese al repunte de marzo

La demanda de paquetes de liar se incrementa un 9,7% respecto al año pasado

Imagen de un estanco de la capital. RAÚL G. OCHOA

Imagen de un estanco de la capital. RAÚL G. OCHOA

Publicado por
Burgos

Creado:

Actualizado:

«¿Van a cerrar los estancos?», se preguntaban todos los fumadores justo después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, declarase el Estado de Alarma por la crisis sanitaria del Covid-19. Las búsquedas en Google por aquel entonces se dispararon y la calma cundió tras confirmarse que permanecerían abiertos. Aún así, «la gente compró más tabaco» por si las moscas. Y aunque las ventas se incrementaron un 30,3% en Burgos respecto a febrero, lo cierto es que los primeros cinco meses de 2020 han culminado con una caída del 8% en lo que a ingresos se refiere. En concreto, el sector facturó más de 33,9 millones de euros hasta el pasado 31 de mayo.

La merma porcentual es aún mayor si hablamos de unidades. Los burgaleses compraron entre enero y mayo más de 15 millones de cigarrillos, puros, tabaco de liar o picadura para pipa; lo que se traduce en un descenso del 10,3% en términos interanuales. Como siempre, las cajetillas de cigarros estándar fueron el producto más solicitado. De hecho, representan el 42% de las ventas según el último informe del Ministerio de Hacienda sobre el Mercado de Tabacos. Pese a ello, su consumo de un año a otro ha disminuído un 9%.

El producto estrella del confinamiento ha sido, sin lugar a dudas, el tabaco de liar. El motivo, según apunta el presidente de la Asociación de Profesionales de Estancos de Burgos (Asprebur), Carlos Pérez, reside en que «la gente tenía más tiempo en casa para liarse cigarrillos».

No en vano, el perfil del consumidor potencial se mantiene prácticamente intacto: persona «joven» que se decanta por esta modalidad porque «sale más barato». Además, «mucha gente mayor no es capaz de liar un cigarro». Sea como fuere, la última estadística de Hacienda revela que tanto el impacto económico como el número de unidades vendidas experimentaron un repunte del 9,7% en comparación al pasado ejercicio.

No en vano, el perfil del consumidor potencial se mantiene prácticamente intacto: persona «joven» que se decanta por esta modalidad porque «sale más barato»

De lo que no cabe duda es de la expansión de este producto en los últimos años, sobre todo a raíz de la crisis económica de 2008. Por su bajo coste en comparación con las cajetillas tradicionales y por la amplia variedad de marcas. Es más, cuando una sube su precio, enseguida surge alguna alternativa similar más barata.

Quizá también por la cuarentena, los estancos de Burgos suministraron más tabaco de pipa de lo habitual. En cinco meses, se han adquirido 2.204 unidades por valor de 307.424 euros. El pasado ejercicio, en el mismo periodo, se despacharon 1.721 paquetes que arrojaron un montante de 243.366 euros. Entretanto, la demanda de cigarros puros ha sufrido una caída del 9,7% en términos monetarios. En cualquier caso, la venta de este producto ha superado los 2,1 millones de euros de gasto y los 8,7 millones de unidades en menos de medio año.

Evolución mensual

Los estancos burgaleses cerraron el mes de enero con un volumen de ventas de 7,1 millones de euros, el más elevado en lo que va de año. En febrero, los beneficios se redujeron casi un 27%. Como era de esperar, la imposición del Estado de Alarma trajo consigo un considerable repunte que arrojó una caja de 6,8 millones.

Sin embargo, la compra de «cartones en vez de una cajetilla» por temor a que el Gobierno cerrase estos establecimientos propició un importante descenso en abril, que concluyó con una facturación de 4,3 millones de euros. Ya en mayo, con la desescalada en marcha, volvió paulatinamente la «normalidad» y se obtuvieron ingresos por valor de 5,5 millones.

Pese a la subida registrada en marzo a raíz del estallido de la crisis sanitaria, el presidente de Asprebur sostiene que la imposibilidad de «alternar» y el hecho de confinarse «con los niños en casa» provocó que muchos clientes «fumasen menos».

Pese a la subida registrada en marzo a raíz del estallido de la crisis sanitaria, el presidente de Asprebur sostiene que la imposibilidad de «alternar» y el hecho de confinarse «con los niños en casa» provocó que muchos clientes «fumasen menos»

Por otro lado, señala que las provincias de interior como Burgos han resistido mejor la caída de las ventas. Al menos en comparación con las zonas costeras, donde la ausencia de turistas ha impactado de lleno en el sector. No solo por la masificación de visitantes, sino también porque muchos extranjeros aprovechan el viaje para llenar sus maletas con cartones de tabaco -hasta el máximo permitido- al ser bastante más económicos que en sus países de origen.

También influye a la hora de hacer caja la elección de marcas más baratas. En este sentido, Pérez sabe de sobra que en épocas de crisis los clientes optan por tabacos más económicos por «necesidad» o «miedo» a lo que se avecina. Ocurrió en 2008 y «ahora está pasando», aunque «a lo mejor dentro de tres meses la gente vuelve a sus marcas habituales».

En cuanto al resto de productos ajenos al fumador que habitualmente se pueden adquirir en un estanco, precisa que las revistas y objetos para «manualidades» se despacharon más que nunca durante la cuarentena. Eso sí, lo más probable es que «a partir de ahora ya no se vendan tanto».

tracking