El Correo de Burgos

La fiesta gastronómica de la cereza vuelve a Burgos en pequeño formato

Cuatro productores del Valle de las Caderechas pudieron vender las variedades ‘roja de milagro’ y ‘lapins’, a la vez que tres cocineros mostraban la riqueza culinaria de este fruto rojo

Una pareja compra unas cajas de cerezas, ayer, en el paseo de la Sierra de Atapuerca. RAÚL G. OCHOA

Una pareja compra unas cajas de cerezas, ayer, en el paseo de la Sierra de Atapuerca. RAÚL G. OCHOA

Publicado por
Burgos

Creado:

Actualizado:

Las cerezas del Valle de las Caderechas tuvieron su fiesta gastronómica de pequeño formato en el paseo de la Sierra de Atapuerca. Decenas de burgaleses se acercaron a conocer las variedades a la venta y disfrutar de la cocina con este fruto tan preciado.Manteniendo las distancias de seguridad, con mascarilla en el rostro y gel hidroalcohólico en las manos se pudo celebrar esta cita que regresa a la ciudad, después de varios años sin feria, con la colaboración del Ayuntamiento, a través de la Sociedad de Promoción, y de la Diputación.El presidente de la Asociación de Productores del Valle de las Caderechas, Juan José Gandía, aseguraba que el evento de este año no tiene nada que ver con la multitudinaria fiesta de la cereza, en Salas de Bureba, que tendrá que esperar para otra ocasión como consecuencia de la pandemia del Covid-19. Mientras tanto, la ciudad de Burgos ha recogido el testigo para presentar de la mano de cuatro productores  las variedades ‘roja de milagro’ y ‘lapins’, que son cerezas tardías que se recogen todavía en estas fechas en las localidades de Caderechas. Entre los primeros visitantes estuvieron algunas de las autoridades de la provincia como el alcalde, Daniel de la Rosa, el vicepresidente de la Diputación, Lorenzo Rodríguez, y el delegado de la Junta, Roberto Saiz. Ante la jornada tan calurosa una de las opciones fue sentarse a la sombra y disfrutar de la exhibición gastronómica con cerezas en la que participaron varios cocineros como Isabel Álvarez, de Maricastaña,  Javier Delgado, de La Cantina, y Javier Ruiz, de La Jamada. Gandía explicaba ayer que hasta mitad de agosto se recolectan cerezas en esta comarca burgalesa en un año que ha sido bueno en cantidad y en calidad de los frutos y, por tanto, también los precios de venta.  Este productor asegura que la expectativa es terminar la temporada con 200.000 kilos de cereza recogidos cuando el año pasado apenas se llegó a los 100.000 kilos, siempre condicionado por la climatología. «Este año se ha dado la peculiaridad de que no ha habido mucha cereza en España en las zonas frutícolas de más tradición como el Jerte y Aragón, donde ya han terminado porque allí las variedades tardías les ha ido mal», comenta. De esta manera, está habiendo mucha presión en el mercado para obtener cerezas para ponerlas a la venta, aunque las de Caderechas se venden hasta un 80% en la provincia de Burgos y el 20% restante en el País Vasco.La altura sobre el nivel del mar y el microclima que se da en el Valle de las Caderechas son dos de las cuestiones que hacen este lugar especial para el cultivo de las cerezas y de las manzanas. Precisamente sobre esta segunda fruta, Gandía indicaba que la temporada apunta muy bien «con buena floración y esperamos que la cosecha sea buena, pero siempre pendientes de cómo evolucionan las tormentas de las que siempre nos quejamos los agricultores».

tracking