Dos utensilios de cuarcita podrían demostrar ocupación humana en Atapuerca a lo largo de 1,4 millones de años
Se han encontrado durante esta campaña en la Unidad TD8 y tienen una antigüedad cercana a 600.000 años, un período caracterizado en Europa por una notable escasez de presencia humana. En Cueva Fantasma y Sima del Elefante los esfuerzos se han centrado en acondicionar estos yacimientos para poder excavar en próximas campañas
Dos utensilios de cuarcita hallados en la Unidad TD8 el yacimiento de Gran Dolina permiten documentar por primera vez la presencia humana en la Sierra de Atapuerca (Burgos) hace sobre 600.000 años, un período en el cual aún no se disponía de evidencias en este sentido en ninguna de las cavidades de este complejo arqueopaleontológico.
Además, se constata de este modo presencia humana ininterrumpida en la Sierra de Atapuerca a lo largo de 1,4 millones de años. Estas dos piezas, a la que hay que sumar un fragmento de una tercera de sílex neógeno, han sido descubiertas por miembros del IPHES (Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social) y de la Universitat Rovira i Virgili (URV) durante la campaña de excavación de este mes, muy determinada en tiempo y número de participantes por las limitaciones que impone la Covid-19.
Con este hallazgo se puede afirmar que ha sido una campaña clave para la comprensión de la secuencia de ocupación humana del yacimiento de Gran Dolina, pues se han aportado datos sobre una fase relativamente desconocida en toda Europa occidental, y con un innegable interés científico: la situada entre las intensas ocupaciones documentadas en la Unidad TD6 (900.000 años de antigüedad) y las que se corresponden con el gran impacto registrado en la sierra de Atapuerca en momentos ya del Achelense (representada en el yacimiento por la Unidad TD10, a partir de hace unos 450.000 años).
Uno de los utensilios de cuarcita hallados en la Unidad TD8 de Gran Dolina - AOC/EIA
En la misma Unidad de TD8 se han identificado abundantes restos de macromamíferos, entre los que destacan el oso, la hiena o el jaguar, además de herbívoros como el rinoceronte, el caballo o los cérvidos. Ello ha permitido ampliar la colección de restos de carnívoros, el grupo más desconocido de este yacimiento.
De otro lado, en la Sima del Elefante y Cueva Fantasma, los esfuerzos se han centrado en condicionar los yacimientos para poder desarrollar con plenas garantías el método científico que impone el trabajo de campo de la arqueología.
Así, en Elefante, por ejemplo, se han retirado grandes bloques del interior de la cueva de parte del techo que se cayó hace sobre 1,4 millones de años. Dicho desplome se produjo cuando los sedimentos arcillosos del nivel 7, el estrato más antiguo conocido hasta el momento en la Sierra de Atapuerca, ya estaban depositados en el interior de la cavidad.
En este nivel se han recuperado restos de tortuga, oso y castor, que refuerzan la hipótesis de que las condiciones medioambientales de la sierra hace 1,4 millones de años eran más templadas y húmedas que las de ahora.
Miembros del IPHES y de la URV, al pie de GRan Dolina, esta semana - Susana Santamaría/EIA
En Cueva Fantasma, se ha llevado a cabo el perfilado del frente oriental de la excavación, que ha consistido en regularizar el importante desnivel provocado por una intrusión de la actividad de la antigua cantera, y obtener un perfil que permita establecer correlaciones estratigráficas entre diversos sectores de este yacimiento. En el sector superior esto ha afectado apenas a 1 m de superficie, en donde se documenta el rico nivel fosilífero de Sala Fantasma descubierto en 2019 (SF30).
En estos niveles predominan los restos de équidos, con prácticamente representación de todos los elementos del esqueleto, seguidos de restos de bóvidos, cérvidos y suidos. Entre los carnívoros se han recuperado restos de hienas, osos, cánidos (lobo y zorro), tejón y lince. Esta unidad ha proporcionado en el sector próximo a Cueva Fantasma varias lascas de sílex, que evidencia el uso de este espacio por parte de los neandertales, siguiendo la pauta descrita en el sector de entrada de Cueva Fantasma.
Excavación en Cueva Fantasma, en el nivel SF30 - AOC/EIA
En la parte inferior del perfilado, destaca la unidad 21 por la abundancia de restos fósiles de hiena, y coprolitos de este animal, que indican el posible uso de este espacio como letrina. En este nivel además se han recuperados restos de équidos, bóvidos, cérvidos y rinocerontes. También se han obtenido restos de otros grandes carnívoros como el león, pantera y oso.
Por su parte la unidad 20, se caracteriza por un nivel cementado de conglomerados y bandas de arcillas que contienen restos fósiles de herbívoros (équidos, bóvidos, rinocerontes y especialmente ciervos) y carnívoros (pantera, hiena, oso).
Finalmente, los trabajos llevados a cabo por miembros de la URV-IPHES en otros yacimientos de la Sierra de Atapuerca incluye el hallazgo de un fragmento de cráneo humano procedente de la Sima de los Huesos (450.000 años), en donde este año los trabajos han sido puntuales.
Además, se está trabajando en un nuevo yacimiento, la entrada a la cavidad Galería de las Estatuas, cuyo techo colapsó hace 50.000 años. Diversos instrumentos de cuarcita, sílex y areniscas muestra grandes similitudes con el complejo Musteriense, de manufactura Neandertal, como así son igualmente las ocupaciones que en los últimos años se están excavando en el mismo yacimiento pero dentro de la cavidad, a la que actualmente se accede por el Portalón de Cueva Mayor.