ATA’20 / RESULTADOS DE LA CAMPAÑA
Atapuerca, cruce de caminos desde hace 1,2 millones de años
Herramientas en el nivel 8 de Dolina, de 600.000 años, confirman la ocupación humana sistemática «Estamos ante una secuencia modélica y referente en Europa»
MARTA CASADO Burgos
Atapuerca completa una secuencia de ocupación constante desde hace más de 1,2 millones de años hasta la actualidad. La sierra, por sus recursos, por su ubicación o por ser un cofre kárstico que ha conservado esa prehistoria escrita en tierra, conserva una secuencia completa de ocupación desde hace más de 1,2 millones de años (en 2007 y años sucesivos Sima del Elefante ofreció unos pocos restos de una mandíbula denominada Homo sp) hasta la actualidad.
Después de 42 años había una secuencia temporal que no tenía registro de presencia humana. Entre los 450.000 años con poblaciones preneandertales de la Sima de los Huesos convertidos en expertos cazadores de bisontes o que lograron procesar un tigre dientes de sable y los 900.000 del caníbal Homo antecessor no había registro. Hasta esta campaña. «Hasta ahora en TD-8 solo teníamos fauna, parecía raro que no hubiera rastro de presencia humana pensamos que por ser una época mas fría pero era raro», explica el codirector de las excavaciones de Atapuerca, José María Bermúdez de Castro. «Atapuerca tiene una ocupación humana sistemática desde hace más de 1,2 millones de años, no hay ningún momento geológico sin presencia humana», explicaba el también codirector, Eudald Carbonell.
Atapuerca en general y Gran Dolina en particular se convierten así en «una secuencia modélica, de referencia en toda Europa», explicaban en la presentación de resultados de la campaña. Lamentan los codirectores la ausencia de yacimientos similares a Gran Dolina para poder comparar y confirmar esa atracción de grupos de homínidos por el territorio europeo. «Me encantaría que hubiera yacimientos así por toda Europa para comparar y tener un marco general porque esta continuidad indica una perseverancia de ocupación humana de Eurasia», señaló Bermúdez de Castro.
En cuanto a la autoría de las dos herramientas de piedra de TD-8, con entre 500.000 y 600.000 años de antigüedad, solo queda seguir excavando. «Se abren dos hipótesis, que el Homo antecessor continuará su evolución aquí en Europa o que se extinguieran y llegarán otras ocupaciones diferentes del antecessor de 900.000 años, todos poblaciones relacionadas pero con culturas diferentes, hasta los neandertales», resume.
Esta ha sido una campaña atípica con mascarillas, geles, test PCR que se han hecho todos los integrantes de la excavación. Tener un 70% menos de personal, trabajando la mitad de días y la mitad de yacimientos abiertos. Aún así, «ha sido una campaña exitosa, somos pocas personas, menos tiempo pero al tener gran experiencia el trabajo ha sido más fácil y rápido aunque no hayamos tenido oportunidad de mantener la academia de formación a nuevos estudiantes», explicaban.
No ha cambiado los planes el tiempo establecido para llegar a TD-6, el universo antecessor. Una especie caníbal que se alimentaba de sus congéneres que están en esta habitación sellada durante 900.000 años en Gran Dolina junto al resto de la comida. De ahí la alta presencia de restos, en pequeños sondeos se han obtenido casi 200 restos de 11 individuos. «En julio de un par de años tendremos cosas que contar de este nivel», avanzan. El año pasado por estas fechas el plazo para llegar a esa frontera eran dos o tres años. La Covid-19 no ha frenado estos planes. De hecho en medio metro cuadrado de Dolina donde se ha bajado un poco más, a modo de pequeño sondeo, ya han alcanzado industria de esta especie. «Lo hemos rozado, se ha bajado muy rápido y al ver que ya aparecía industria han tenido que parar lo que demuestra que esa riqueza esta ahí, muy cerca».
El coronavirus tampoco ha frenado la apertura de un nuevo yacimiento. Se ha abierto la entrada de Galería de Estatuas desde el exterior. El objetivo era preparar la superficie de excavación pero abrir en esta metrópoli de la Prehistoria en Europa es encontrar presencia humana. Y así ha sido. Tras preparar una superficie de excavación, que conecta con los senderos botánicos y entre encinas y quejigos, han localizado, «de manera inesperada» las primeras herramientas neandertales de unos 50.000 años de antigüedad. «Hemos avanzado y nos encontramos ante un nivel muy fértil con muchas piezas de ocupación musteriense ampliando así el registro neandertal», explico el codirector del equipo científico, Juan Luis Arsuaga. Así, si la ocupación del interior de Estatuas se concentra en el periodo cálido de la segunda mitad del último interglacial, la del exterior se refiere a un momento aun mas cálido. Y junto a las herramientas una de ellas muy parecida a la localizada en Galería (triedro de factura musteriense más antigua), restos de tortuga, rinoceronte, caballos y otros bóvidos procesados. «Parece que esta zona de entrada, con más luz, era su zona de hábitat donde desarrollaban su actividad de consumo y de talla», concluye Arsuaga.
El neandertal era un rara avis en la sierra. Se habían localizado sus zonas de talla en yacimientos al aire libre. Pero ningún fósil humano. Ahora son muchos los espacios de hábitat. En Cueva Fantasma apareció un parietal humano con industria musteriense, típica de esta especie, al empezar a limpiar el yacimiento hace cuatro años. Ahora esta superficie de excavación se ha ampliado, tiene muchos frentes abiertos y un gran potencial pero se trabaja mucho en contextualizar y definir la secuencia estratigráfica. Ya tienen dataciones de Luminiscencia realizadas por Lee Arnold y Martina De Muro y este año se ha obtenido material para hacer estudios cronológicos con el método ESR por Davinia Moreno. «Con estas dos baterías de dotación para contrastar entre sí podemos analizar el contexto de este parietal y dar a conocer a la comunidad científica este yacimiento», explican.
El virus SARS-Cov-2 tampoco ha frenado la secuencia de fósiles humanos en cada campaña desde el año 1983. «No podíamos dejar un año en blanco y aunque hemos trabajado poco en la Sima de los Huesos, porque no se dan las condiciones, sí hemos obtenido un pequeño resto». Se trata del hueso de la parte de la nuca que parece coincidir con el Cráneo 10, de los 17 que se han recuperado en la Sima. «Es un fósil pequeño pero muy raro que creemos que podría encajar con el diez porque los cráneos son muchos pero se van completando a lo largo de décadas», explicó Juan Luis Arsuaga en el final de una campaña atípica.