TROTABURGOS / ESPINOSA DE LOS MONTEROS
Un pueblo de guardianes
La extensa historia de la villa se traduce en las innumerables construcciones medievales de un rico valor cultural / Los Monteros de Espinosa son su gran orgullo
Al norte de la comarca burgalesa de las Merindades tropezamos con el histórico municipio de Espinosa de los Monteros. Enmarcado entre las comunidades de Cantabria y País Vasco, esta localidad es conocida por los Monteros, guardias reales. A pocos kilómetros de la Cordillera Cantábrica y rodeada de numerosos lugares de interés como el Monumento Natural de Ojo Guareña, la villa se asienta en un entorno natural único.Como enclave fronterizo y estratégico flanqueado por montañas, Espinosa de los Monteros se convirtió en asentamiento desde la época romana. Tal como cuenta la leyenda en el siglo XI sucedió el acontecimiento que marcaría un antes y un después para la pequeña villa pasiega.El conde castellano Sancho García recompensó a un escudero por revelarle el intento de asesinato por parte de su madre con convertirse en su guardia real; un cargo que sus descendientes heredarían a su muerte. El origen de este escudero era Espinosa de los Monteros y por ello a partir de entonces el cuerpo de la guardia real de Castilla y más tarde de España, denominado como los Monteros de Espinosa, debía estar formado por espinosiegos.Este cuerpo de seguridad ha seguido en activo hasta la proclamación de la Segunda República en 1931 y hoy en día forma parte de la Guardia Real dentro del Grupo de Honores. Los Monteros de Espinosa son un orgullo para los habitantes de la localidad y cuentan con su propio museo en el pueblo.Las posibilidades de ocio que ofrece el entorno natural de Espinosa de los Monteros son muy variadas. Sus parajes montañosos permiten realizar diferentes actividades deportivas al aire libre. Escalada, senderismo, equitación, puenting... y podríamos nombrar otros muchos ejemplos de actividades con las que disfrutar en Espinosa y alrededores. El medio natural de la zona se compone de numerosas cuevas, muchas de ellas sin explorar, en las que es posible realizar espeleología. Entre ellas cabe destacar Ojo Guareña con abundantes galerías y un complejo natural que merece la pena investigar a fondo.Otro de los atractivos del municipio se encuentra a 16 kilómetros. Se trata de la estación de esquí de Lunada donde los visitantes pueden disfrutar de sus pistas durante la temporada de invierno o bien realizar diversas rutas en verano por sus montes.Espinosa cuenta con un gran número de edificios de gran relevancia histórica y cultural a lo largo de todo su casco histórico. Muchas familias relevantes han residido en el pueblo y sus palacios solariegos siguen hoy en día en pie como prueba del esplendor de la villa siglos atrás. Entre estos palacios destacan los de las familias Cuevas de Velasco y Fernández-Villa. Durante la Guerra de Independencia en el municipio se vivió una cruenta batalla y algunos de estos edificios sirvieron a los soldados de ambos bandos como refugio y cuartel para decidir estrategias. Otra demostración de su importancia es la existencia de cuatro iglesias en el pueblo que en su momento pertenecían a los municipios aledaños que hacían de Espinosa una población con bastantes habitantes.Las fiestas de carnaval de la localidad atraen a muchas personas de los pueblos de alrededor y están consideradas las más importantes de la comarca de las Merindades. El pueblo se llena de disfraces y de alegría y su acto más significativo es el desfile nocturno que protagonizan los vecinos del pueblo.Una festividad muy propia de Espinosa de los Monteros son las jornadas medievales que tiene lugar a mediados de julio. Durante un fin de semana el pueblo vuelve a la Edad Media, a la época de esplendor de los Monteros de Espinosa. A lo largo de todo el pueblo numerosos puestos exponen todo tipo de productos y los vecinos se cubren de las alforjas típicas de aquella época. También realizan exhibiciones teatrales normalmente relacionadas con el la guardia real más famosa del municipio.Sus fiestas patronales se celebran el 8 de septiembre durante las cuales el pueblo se llena de aquellos que tuvieron que emigrar a los núcleos urbanos más cercanos. Un fin de semana de reencuentros y alegría con actividades para mayores y pequeños que, sin embargo, este año probablemente no pueda realizarse, al igual que las jornadas medievales, debido a la pandemia del coronavirus.Espinosa de los Monteros es un pintoresco pueblo enclavado en un entorno maravilloso y con una esplendorosa historia que merece la pena visitar.