El Cenieh busca convertirse en líder en arqueología molecular

En ese futuro a medio y largo plazo que se planteó  al Ministro de Ciencia y Tecnología, Pedro Duque, el desarrollo de los estudios en paleoproteómica y arqueología molecular es protagonista. El estudio del ADN a través de los restos biológicos que conservan los fósiles como pares de bases de ADN o proteínas, están revolucionando el estudio de la evolución humana y el Cenieh no quiere quedarse apartado.

«En marzo ‘Nature’ publicó la recuperación de material biológico de antecessor a través de las proteínas y claramente es el futuro de esta disciplina» en la que el Cenieh podría ayudar a «que España pudiera ser singular en este campo que ha revolucionado nuestra disciplina» explicó la directora del centro, María Martinón.

Un desarrollo que obliga a invertir en tecnología y en personal formado pero que ya se está analizando con el objetivo de que pueda estar en cuatro o cinco años. «Todo depende de los recursos que tengamos, estamos explorando vías que hay para lograrlos y las posibles colaboraciones con otras instituciones», explicó.

Aunque, por el momento, están en fase de estudio previo de los requisitos necesarios para desarrollar esta línea de trabajo. «Estamos en una fase preliminar de ver lo que hay, las sinergias con otros centros», insistió. Remarcó que es una más de las lineas de trabajo porque «también se requieren avances en otras lineas de investigación». El centro es líder, entre otras áreas, en la geocronología, al aglutinar diferentes métodos de datación en un mismo espacio. «Trabajamos cada día en ampliar un poco más la edad de datación y el desarrollo de sus aplicaciones», señaló.

Respecto a la investigación molecular el Cenieh participa en el nodo español del grupo europeo del estudio de proteínas en fósiles antiguos que está liderado por el Cenieh, el Laboratorio de Evolución Humana de la Universidad de Burgos que dirige José Miguel Carretero, y la Universidad Pompeu Fabra con el responsable del grupo de Genómica Comparada del Instituto de Biología Evolutiva (CSIC-UPF).  Tras la secuencia de proteínas más antiguas extraída de un fósil humano, se ha becado a una persona en el centro para desarrollar esta tecnología con restos fósiles de las tres especies de oso que han aparecido en Atapuerca.