COMERCIO
El último traspaso del Mercado Norte
Mercedes Sendino asumió en agosto las riendas del negocio familiar, gestionado por su madre durante casi 40 años / Ha diseñado una página web y pronto venderá por internet
Trabajaba en una fábrica, pero no era algo «vocacional» que le llenase lo suficiente como para querer dedicarse a ello toda su vida. En cambio, le atraía mucho más la idea de seguir la estela familiar, aquella que iniciaron sus abuelos en el gremio de la carnicería. Después su madre se especializaría en el manjar burgalés por excelencia: la morcilla. Afincada en el puesto 39 del Mercado Norte durante cerca de 40 años, la irrupción del Covid-19 le obligó a echar el cierre al ser población «de alto riesgo». Fue entonces cuando Mercedes Sendino, dispuesta a coger las riendas de un negocio que conoce como la palma de su mano, tuvo claro que había llegado el momento de formalizar el traspaso. El último en mucho tiempo y, probablemente, el último que se lleve a cabo en las actuales instalaciones de la plaza de España.
«O me quedaba con ello o se perdía», sentencia Mercedes completamente satisfecha de haber dado este paso. Morcillas y productos típicos de Burgos, la tienda que conoce desde que tiene uso de razón, no podía bajar la persiana para siempre. Es lo que hubiese sucedido, casi con total seguridad, de no lanzarse a la piscina tras el cierre como medida de prevención a raíz del Estado de Alarma. Sin embargo, las ganas de retomar la actividad vencieron al miedo, comprensible y latente en los tiempos que corren. Así, desde el 3 de agosto, el establecimiento ha logrado recuperar su rutina habitual prestando servicio a la «clientela de toda la vida» que vuelve a dejarse ver pese al dichoso virus.
Consciente de la crisis económica en ciernes y el «temor por las restricciones» que afecta a múltiples sectores, Mercedes ha comprobado de primera mano cómo «las ventas han bajado». También le apena observar que aproximadamente la mitad de las tiendas del Mercado Norte se encuentran cerradas porque los traspasos deben circunscribirse al ámbito familiar, como si de una herencia se tratase. Además, todavía se desconoce el número de concesiones por actividad en las futuras instalaciones. Tampoco el precio que deberán asumir los gestores de cada negocio. Por lo tanto, es comprensible que el número de sucesores se haya reducido a su mínima expresión.
Una clienta manifiesta en la web de la tienda que ofrece «productos de calidad», «ideales para un souvenir», con una «atención excelente».
Renovarse o morir, no queda otra. Las tiendas físicas han de ponerse las pilas para competir con el comercio electrónico. Sin cambiar un ápice el carácter cercano y afable que ha visto reflejado «toda la vida» en su madre, esta joven burgalesa de 35 años sabe de sobra que las nuevas tecnologías son el mejor aliado para incentivar el consumo. Por eso, optó por diseñar una página web en la que expone los productos típicos de su catálogo y, como no, «la morcilla más famosa de España» a través de diferentes marcas. También cuenta con un apartado de puntuaciones y testimonios que hasta la fecha ha cosechado las mejores valoraciones. Según una clienta, el puesto ofrece «productos de calidad», «ideales para un souvenir», con una «atención excelente».
Lo siguiente, en cuanto le sea posible, será habilitar una tienda virtual para suministrar directamente sus productos a través de internet. Tras conocer sus planes y ver cómo Morcillas y productos típicos de Burgos ha remontado el vuelo tras meses de cierre forzoso, tanto la abuela como la madre de Mercedes están «encantadas de que no se pierda». Ella, mientras tanto, se enorgullece de poner en valor el buque insignia de la gastronomía local porque, al igual que la tienda, tampoco «se puede perder».
De cara al futuro, Mercedes espera que se resuelva cuanto antes la incertidumbre de los concesionarios respecto a su situación en el nuevo Mercado Norte y el emplazamiento provisional hasta que concluyan las obras. Adherida a la Asociación de Comerciantes y Concesionarios de los Mercados Municipales de Burgos, permanece a expensas de cualquier novedad relativa al importe a pagar por puesto o los plazos definitivos de actuación. Por ahora, los adjudicatarios están al tanto de que la ubicación temporal dispondrá de «28 puestos». Por otro lado, el hecho de saber que la futura dotación será gestionada por una sociedad genera algún que otro recelo. Mercedes, sin ir más lejos, teme que se les exija un «importe más grande».