Respaldo a la hipótesis de una evolución humana en mosaico
El investigador del CENIEH Emiliano Bruner lidera un estudio, publicado en la revista Journal of Anthropological Sciences, que describe los rasgos neurocraneales de este fósil sudafricano de 260.000 años, y sus similitudes con Homo sapiens, Homo neanderthalensis y Homo heidelbergensis.
Emiliano Bruner, paleoneurólogo del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), en colaboración con Marlize Lombard, de la Universidad de Johannesburgo, acaba de publicar un estudio en la revista Journal of Anthropological Sciences que describe los rasgos del neurocráneo de Florisbad, un fósil encontrado en Sudáfrica en 1932, y sus similitudes con otras especies como Homo sapiens, Homo neanderthalensis y Homo heidelbergensis.El hueso frontal de este individuo, datado en alrededor de 260.000 años, tiene una forma completamente moderna, lo cual sugiere una relación espacial entre cara y bóveda muy similar a la de Homo sapiens, aunque los lóbulos frontales son particularmente anchos, como en Homo neanderthalensis. Sin embargo, el hueso parietal presenta una anatomía muy parecida a especies más arcaicas, como Homo heidelbergensis.“El cráneo de Florisbad puede ser clave para investigar el origen de nuestra especie. Podría tratarse de una población muy temprana de Homo sapiens o de un grupo extinto perteneciente a otro linaje humano independiente y paralelo”, señala Emiliano Bruner.Fósiles con una mezcla de caracteres más evolucionados en la cara y más primitivos en las regiones posteriores del cráneo se han encontrado también en Europa y en Asia, lo que corrobora que la evolución humana no ha sido un proceso lineal sino en mosaico.