MUNICIPAL / MEDIO AMBIENTE
El nivel de ozono recomendado se superó en 12 ocasiones en 2020
Un informe de Ecologistas en Acción pone de manifiesto que la presencia de este gas en la atmósfera ha crecido pese a las restricciones de movilidad causadas por la Covid-19
Si durante el confinamiento de la población, en los meses de marzo, abril y mayo, se había obrado el milagro de que la calidad del aire en Burgos hubiera mejorado de acuerdo a un estudio realizado por Ecologistas en Acción en base a mediciones de los niveles de dióxido de nitrógeno, también es cierto que este 2020 se han detectado incrementos de los niveles de ozono.Recientemente se ha publicado el Informe de Ecologistas en Acción ‘La contaminación por ozono en el Estado Español durante 2020’ así como el ‘Informe de Ozono en Castilla y León del 1 de enero al 30 de septiembre de 2020’ publicado por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León del que se ha hecho eco también la Concejalía de Medio Ambiente. En él se observa que durante 12 días, en el tiempo analizado, se superaron los niveles de ozono recomendados. Concretamente, en la estación ubicada en Fuentes Blancas se detectó que se superó el valor objetivo de 120 microgramos por metro cúbico (ug/m3) en una media de 8 horas durante un día durante 12 jornadas en 2020 y durante 25 días en el trienio 2018/2020.El documento destaca que este año no se han superado los valores legales de umbral de alerta (240ug/m3) ni de umbral de información (180ug/m3). Sin embargo, en la capital burgalesa se aprecia un aumento de esos niveles durante este año igual que ha ocurrido en Asturias.En general, en toda España, los niveles de ozono han sido los más bajos de la última década. Especialmente se han reducido en el Noroeste peninsular (Galicia y norte de Castilla y León), los Pirineos, el valle del Ebro y los territorios insulares, pero también en el litoral mediterráneo de Cataluña a la Región de Murcia. Por el contrario, se aprecian incrementos de las superaciones de los estándares de ozono en algunas zonas urbanas como Avilés (Asturias), Burgos, Elche, Cáceres y Bilbao-Baracaldo.El estudio de Ecologistas en Acción indica, al respecto de Castilla y León, que pese a la reducción general de la movilidad y de la actividad económica derivada del estado de la alarma y la Covid-19, «el ozono troposférico ha continuado afectando a la mayor parte del territorio castellano y leonés, con casi todas las estaciones de medición registrando numerosas superaciones del valor octohorario recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS)». Los ecologistas proponen como solución inmediata para reducir los altos niveles de ozono «aplicar medidas de urgencia, principalmente restricciones al tráfico, pero también de carácter informativo para que la población sea consciente de los riesgos que sufre». La situación es que en la capital burgalesa apenas quedan dos de las estaciones de medición de los contaminantes en Fuentes Blancas y Lavaderos cuando hace unos años había en San Agustín y en Nuestra Señora de la Asunción.El ozono es un gas con un alto poder oxidante, que en concentraciones elevadas tiene efectos adversos sobre la salud humana y la vegetación. La principal vía de afección del ozono al ser humano es el intercambio de gases en el proceso respiratorio. Las administraciones deben avisar a la población cuando se superan ciertos niveles de ozono troposférico.