El Correo de Burgos

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«Solo quiero que mis hijos tengan un futuro»

Oumaima llegó hace un mes y medio a Burgos con Zeinab y sus cuatro hijos / Ellos huyeron a tiempo de la guerra en Siria / Su marido no pudo escapar 

Zeinab, es la hija mayor de Oumaima, asiste a clase de español. ISRAEL L. MURILLO

Zeinab, es la hija mayor de Oumaima, asiste a clase de español. ISRAEL L. MURILLO

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Marta Casado / Burgos
Burgos

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La guerra en Siria rompió la vida y la familia de Oumaima a finales de 2013. Ante el terror de las bombas huyó al Líbano donde ya estaban sus hermanos y padres. Pero su marido se quedó un tiempo en Alain, localidad cercana a Beirut, para vender lo que tenían y volver a empezar.No tuvo  tiempo a escapar. Su muerte aún atenaza a Zeinab, la mayor de los cinco hijos de Oumaima. Con 14 años ha vivido una guerra, una marcha a trompicones a Líbano, donde los refugiados sirios sufren racismo, y la incertidumbre de coger un avión sin destino claro. «Allí (por Líbano) no podía estar, no estaba cómoda, éramos tres familias, mas mis padres y nosotros en una casa muy húmeda», señala su madre.Así que a punto de finalizar el año 2020 cogieron un avión con destino a Madrid con un grupo de reasentados. «Yo solo quiero que mis hijos tengan un futuro, en Siria no había y en Líbano tampoco», señala. Un lugar donde sus pequeños de 14, 11, 10, ocho y seis años puedan «estudiar, trabajar, vivir». El 17 de diciembre pasado llegaron a Burgos. «Viajamos con la incertidumbre de no saber si todo lo que decían era verdad o no, en tensión todo el viaje», recuerda. También vivió  el momento con cierta desconfianza.El viaje estaba planteado también con la familia de su hermano, pero en el último momento no pudo viajar. El reasentamiento acordado por las autoridades españolas establece como prioridad que estén en la misma ciudad. De momento están en distinto país y su esperanza es que «nos podamos reunir con mi hermano». Cuando le dijeron que Burgos era su destino no lo conocía. «La ciudad es muy bonita, el único problema es el frío, pero los niños están contentos y en Líbano no lo estaban», asegura. Ahora todos van al colegio, aprenden castellano, y Zeinab está «animada». Su objetivo es estudiar peluquería y estética aunque ahora acude a clases de castellano todos los días. A punto de reiniciar las clases en un instituto de la ciudad, en Cruz Roja reciben el apoyo para realizar las tareas y reforzar el idioma.Su madre tiene el mismo apoyo para aprender castellano y tener formación laboral con la que poder ser independientes y labrar su futuro y el de sus hijos en Burgos. 

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