11 F, DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER Y LA NIÑA EN LA CIENCIA
"En la Universidad la brecha salarial no existe y el ascenso profesional es igualitario"
Susana García Herrero es doctora e ingeniera industrial y responsable de la Unidad de Investigación Consolidada de "Ingeniería y Organización Industrial" de la Universidad de Burgos
Las matemáticas siempre han estado presentes en la vida de Susana García Herrero. Estudió Ingeniería Técnica Industrial en Burgos y el ciclo superior en la Universidad de Cantabria. Pronto vió que en su entorno había pocas mujeres. Cuando empezó entre 100 eran sólo tres chicas las que acudían a clase, así que referentes femeninos no ha tenido muchos. "Conozco mujeres que investigan en mi rama pero no han sido mi referente porque quizás no se visibilizaba mucho su trabajo", explica.El porcentaje en los grados que Susana García Herrero imparte ahora es algo mayor pero las chicas siguen siendo minoría. Del alumnado matriculado en la Escuela Politécnica Superior el 35% son mujeres frente al 65% de varones. En carreras como Ingeniería Informática, Mecánica o Electrónica el 15% son alumnas. "Puede ser algo cultural, los estereotipos de género siguen existiendo en los entornos familiares, educativos y sociales, pero sí debo decir que, aunque a las mujeres les cuesta más decantarse por este tipo de titulaciones técnicas, las que deciden hacerlo, son muy trabajadoras y muestran una capacidad de esfuerzo y superación muy grande con resultados académicos excelentes", explica.También anima a las chicas a fijarse en estas ramas profesionales porque "son muy atractivas y, sobre todo, tienen muchas salidas profesionales". En cuanto a trabajar con hombres apunta que "no ha significado ningún inconveniente a lo largo de mi carrera profesional, al contrario, me he sentido muy cómoda". Asegura que en su ámbito, el universitario, la situación es pareja. "En la universidad la brecha salarial no existe y las oportunidades de crecimiento son iguales para hombres y mujeres".En cuanto a la familia. "La vida es muy larga y da para todo" dice quien tiene dos hijos, ahora adolescentes. "El instinto maternal por cuidarlos y dedicarles mi tiempo, sobre todo cuando eran más pequeños, no me ha faltado y tengo a mi madre dependiente que también requiere mucha dedicación". Eso lo ha compaginado con un trabajo docente, imparte clases en Ingeniería de Organización Industrial de la UBU y ha dirigido más de 80 proyectos finales de carrera, e investigador, cuenta con cuatro sexenios de investigación reconocidos, creó en 2011, el grupo de investigación de 'Ingeniería y organización industrial' y, desde 2016 lo dirige como Unidad de Investigación Consolidada, ha dirigido cuatroTesis Doctorales y forma parte del Consejo Editorial de Journal of Safety Research, una revista de referencia internacional en su campo de conocimiento. Así compagina su familia y su día a día con picos de actividad. Por ejemplo en 2019 estuvo siete meses trabajando fuera de casa, dos meses en el CSIC de Cantabria y cinco en Westminster University de Londres. "Salir del entorno doméstico debería ser obligatorio para todas las mujeres trabajadoras, una se da cuenta de lo que cunden 24 horas al día cuando se dedican a una misma". Aunque reconoce que lo ha podido hacer porque "tengo un marido maravilloso y mis hijos, adolescentes, han aprendido a ser independientes desde pequeños".En investigación tiene un curriculum que no desmerece al de cualquier otro compañero. Cuando realizaba su tesis, en los 90, se le ocurrió mandar un email al profesor Dr. Ritzel (Southern Illinois University, EEUU) y acabó trabajando en ese centro en los veranos del 99 y 2000. Se especializó en seguridad laboral con una tesis realizada en Ubisa. Su modelo resultó práctico y redujo accidentes y el 'modelo árbol' acabó implantándose en todas las empresas del grupo Bekaert. Para la Central Nuclear de Santa María de Garoña diseñó un modelo similar al anterior creando un modelo de evaluación de cultura de seguridad mediante el trabajo en equipo de los empleados de la central. Premiado a nivel nacional e internacional se encargó replicar el mismo modelo en las centrales de Ascó-Vandellós y lo presentó ante el Consejo de Regulación Nuclear en Whashington DC. Ahora está inmersa en la aplicación de técnicas de inteligencia artificial para el análisis de las causas de accidentes de tráfico, colabora con Westmister University y el Imperial London College en investigaciones sobre la seguridad del ciclista y junto a su compañero Miguel Ángel Mariscal han montado en el laboratorio un simulador de conducción, un rastreador de mirada y un encefalograma para analizar los comportamientos del conductor al volante.