11F, DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER Y LA NIÑA EN LA CIENCIA
"La visibilización es necesaria para no perder la mitad del talento"
Davinia Moreno es geóloga y especialista en Datación por ESR. Realiza su labor investigadora en el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (Cenieh)
Es geóloga. Especializada en datación por ESR. De niña no pensó que acabaría poniendo fecha a los yacimientos arqueológicos repartidos por todo el mundo pero sí sabía que su vida estaba en el campo, analizando sedimentos en el que todos los demás vemos sólo tierra. "De pequeña, con 12 años, mi padre participaba en la organización de unas jornadas paleontológicas en Ricla, Zaragoza, y ahí entré en contacto con gente que hacía sus tesis, que investigaba entonces es un mundo que no me era raro", recuerda la geocronóloga Davinia Moreno. En una de esas jornadas se organizaron talleres infantiles. Ella asistió a uno sobre cómo medir huesos y extraer información de todo ello que impartía José María Bermúdez de Castro. "Ese taller fue el que generó mi vocación por el estudio de la evolución humana, lo de las dataciones vino después", recuerda.En esas jornadas, en las que su casa se llenaba de investigadores, conoció a Gema Martínez, profesora de Geología en la Universidad Complutense de Madrid. "Ella vino cuando estudiaba su tesis sobre amonites del Jurásico de Ricla, que es muy conocido, y la veía que iba a hacer mediciones al campo, y reconocí que eso me gustaba", explica. Así que acabó dedicándose a la Geología y, después, al especializarse en datación, entró en un ámbito eminentemente masculino. Por eso reconoce que "no he tenido referentes femeninos porque no los había" pero que ser mujer no le ha condicionado "no he sentido discriminación y creo que he tenido iguales oportunidades que el resto"."En arqueología la presencia de la mujer es más habitual en datación pues cuando empecé era la única chica en el laboratorio y en cuanto a blibliografía o referentes en la técnica que yo trabajo, ESR, apenas hay mujeres", relata. No las había entonces y tampoco hay muchas ahora. Es la única mujer que se ha especializado en este tipo de metodología, en Francia hay otra mujer y poco más. "Somos muy pocas en este ámbito y mis referentes solo podían ser masculinos, pero ahora sí que hay otras tres o cuatro mujeres haciendo su tesis y estudios y aumentaremos la presencia femenina", explica.De ahí que dé una especial relevancia a la visibilización y la mentorización de niñas. Desde 2016 colabora con el programa STEAM Talent Girl y "hasta ese momento no me paré a pensar en ello, pero creo que son herramientas muy útiles porque si no se ve, si no sale, es como que no existe, las niñas no pueden interesarse por algo que no sabes que está ahí, perdemos la mitad del talento". Por ello aboga por "normalizar la presencia de la mujer en las ciencias, y más en el ámbito local, y si llega a las chicas pueden pensar si ella puede yo también", explica Moreno.Respecto a su día a día "quiero pensar que me llaman igual que al resto de mis compañeros y que si lo hacen es por mi trabajo" explica. No obstante, a lo largo de su trayectoria, sí hay cuestiones que "en un hombre se dan por hechas. "Cuando buscaba trabajo para mi posdoc y me enfoqué al ámbito internacional sí que hubo el comentario de 'lo bueno es que no tienes pareja ni hijos', en su momento no me sonó raro, hoy pienso que es un compentario que al hombre no se le hace, se da por supuesto que tenga familia o no, va a ir pero en nosotras se pregunta", explica.En cuanto a la compatibilización con su vida personal o la maternidad cree que no es tanto por ser mujer como por la carrera científica en sí. "La carrera científica se caracteriza por su inestabilidad, no sé si en dos años estaré en Burgos, en tres en Lisboa o dos en Berlín y eso si tienes suerte de encadenar contrato con contrato y es algo que hace difícil encontrar una pareja que lo entienda e hijos", lamenta. El perfil internacional es imprescindible en ciencia y lleva a muchos a elegir. Reconoce que el cuidado de los niños limita en algún momento la carrera científica y que, con mucha pelea, se ha logrado equiparar los tiempos de embarazo y baja maternal que antes penalizaba a la mujer. "De unos cinco años para acá ya hay contratos donde se aporta un año más por cada hijo en la producción científica, que se mide a cuatro años porque, si te coincide con un periodo de maternidad, limita mucho tus posibilidades frente a un compañero", explica.Entre estas reflexiones, Moreno se encuentra ahora ilusionada con la dirección de su primera tesis "es un reto y, además, es una chica de Burgos". Desde 2014 trabaja como investigadora principal del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (Cenieh) poniendo fecha ayacimientos como el de Atapuerca y trabaja también con materiales de Túnez, Eritrea y perfecccionando la técnica y el desarrollo en los laboratorios que aplican esta tecnología. Al mismo tiempo es divulgadora y mentora del Steam Talent Girl y otros programas como Geólogas en red. Moreno es licenciada en Geología por la Universidad de Zaragoza, máster del cuaternario de la Rovira i Virgili y máster de Geocronología por el Museo de Historia Natural de París. Ha sido profesora en la Universidad Tübingen de Alemania y ha organizado el curso de verano de la Universidad de Burgos Introducción a la Geocronología