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EXPOSICIÓN

«Arte individual» al servicio del talento conjunto

Una veintena de alumnos de Fotografía de la Escuela de Arte y Diseño muestran sus proyectos más «personales» e intensos en la sala de exposiciones del Teatro Principal hasta el 7 de marzo

Varios alumnos del Grado de Fotografía de la EASD posan junto al profesor César Valdés (centro) y la presidenta del Instituto Municipal de Cultura (IMC), Rosario Pérez Pardo. SANTI OTERO

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Burgos

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Imaginación al poder, sin corsés estéticos o temáticos que limiten lo que cada cual lleva dentro. Si una imagen vale más que mil palabras, lo suyo es apostar por el libre albedrío hasta confluir en un espacio común. El experimento, en forma de exposición en el Teatro Principal, confiere la visibilidad que tanto ansían los alumnos del Grado Superior de Fotografía de la Escuela de Arte y Superior de Diseño (EASD). Libertad creativa en estado puro y un talento que se percibe a las primeras de cambio en cada instantánea. ¿Qué más se puede pedir? 

Inaugurada ayer y abierta al público hasta el 7 de marzo, la muestra Memoriae Latens «no tiene ningún hilo conductor concreto». La única acotación es la que separa físicamente en la sala a unos autores de otros. Por lo demás, lo que prima es el «arte individual de cada uno», detallaba Jorge Fontaneda, alumno del ciclo y fotógrafo apasionado del blanco y negro como soporte ideal de «luces y sombras» perfectamente integradas en «formas geométricas y líneas» a partir de distintos elementos que pasarían desapercibidos a simple vista. 

César Valdés, profesor de la EASD: «No olvidamos la formación en las artes y en los proyectos personales».

La fotografía también puede ser terapéutica, ya sea posando o tras la cámara. Desde ambas perspectivas, Victoria Robertshaw optó por jugar con los «gestos de la cara» y la «pose del cuerpo» para configurar una especie de baile visual que, en realidad, constituye un «diálogo con la luz» y con su propio «cuerpo». Su intención, tal y como remarcó durante la inauguración de la muestra, era «representar las emociones y sentimientos que tenía en ese momento». Salta a la vista que lo ha conseguido de pleno. 

El nombre de la exposición lo dice todo y, al mismo tiempo, ofrece un sinfín de interpretaciones al espectador. Historias ajenas y vivencias propias se entremezclan en las obras de una veintena de jóvenes promesas capaces de adentrarse en detalles aparentemente insignificantes para plasmar latentes recuerdos en la memoria colectiva. Para ello, la sensibilidad intrínseca de cada fotógrafo resulta de vital importancia para engrandecer la propuesta en su conjunto. 

Lo que se pretende desde la EASD es que los alumnos obtengan los conocimientos necesarios para ejercer como «técnicos en fotografía». Sin embargo, «no olvidamos la formación en las artes y en los proyectos personales», señalaba César Valdés, jefe del Departamento de Comunicación Gráfica y Audiovisual y docente orgulloso de sus pupilos. De hecho, no dudó en mostrarse altamente satisfecho por lo «bien» que han sabido «expresar su visión personal». El resultado, tal y como se puede comprobar en la sala de exposiciones del Principal, es una muestra «muy heterogénea» que refleja el aprendizaje de multitud de técnicas al servicio de las más profundas inquietudes de quien coge una cámara para inmortalizar instantes.