La doble pandemia del Napoli

No es suficiente con que por las restricciones sanitarias como consecuencia de la pandemia tengas que tener el bar cerrado o al mínimo como para que cuando reabres el negocio y ya piensas en poder volver a acercarte a la normalidad te roben a los pocos días. Y si es la tercera vez en menos de un año, es todavía más descorazonador. 

Ese es el sentimiento que mostraba la dueña del bar Napoli, ubicado en la calle San Pablo, que había regresado a la actividad la semana pasada después de dos meses cerrado. La noche del pasado sábado sufrió el tercer asalto en menos de un año.

«Otra vez la misma canción», lamentaba resignada y molesta después de que le hubieran arreglado los destrozos provocados por este último robo. Tratando de recuperar la normalidad, con el bar abierto, recuerda que «abrí el martes» y el domingo ya se encontraba con que habían vuelto a entrar por la fuerza para robar. «Parece de cuento», relata.

En esta ocasión, el ladrón cogió una arqueta y la estrelló contra el cristal de la puerta de entrada, tal y como recogen las cámaras de vigilancia del interior del local. El ladrón accedió en torno a las 23.45 horas. 

En esta ocasión, el ladrón cogió una arqueta y la estrelló contra el cristal de la puerta de entrada, tal y como recogen las cámaras de vigilancia del interior del local

Una vez dentro, accede de un salto al otro lado de la barra para dirigirse hacia la caja registradora, de donde cogió monedas para el cambio y también algún décimo de lotería. Tras buscar en el interior de la barra buscando, al minuto y medio abandona precipitadamente el local, quizá alertado por la llegada de la Policía.

De hecho, fue detenido por después por la Policía. Aunque no es un consuelo para la dueña del establecimiento porque «ya estará en la calle otra vez». Tras arreglar los desperfectos provocados por el ladrón en la puerta de acceso, el establecimiento recuperó la actividad. 

Es la tercera vez que este bar sufre un robo desde que comenzó la pandemia. El primer asalto lo sufría a finales de abril del pasado, en pleno confinamiento estricto. Dos ladrones rompían el cristal de la puerta principal y además de llevarse dinero de las máquinas, los ladrones destrozaron parte del mobiliario y se llevaron botellas. 

No pasó ni un mes cuando a comienzos de junio volvían a entrar los ladrones. Esta vez, el ladrón entró por una ventana de la planta superior del establecimiento y accedió al local para tratar de llevarse lo que encontrara. Tras llevarse dinero de las tragaperras, el ladrón regresó a la parte superior del bar para salir por donde había entrado.