Pedaladas para convertir el Divino Valles en un hospital de paliativos
Sanidad Pública recuerda que «la séptima planta del HUBU está destinada a Covid». Buscan recuperar un servicio público de geriatría que se eliminó con el nuevo centro hospitalario
Ni la planta siete del Hospital Universitario de Burgos (HUBU) está libre, ni el no expresado la semana pasada por Sacyl a mantener el convenio de cuidados paliativos con la hermandad que gestiona el Hospital San Juan de Dios es un portazo inmediato. Así, lo creen en la Plataforma por la Sanidad Pública de Burgos que ayer organizaron una bicicletada para reivindicar la necesidad de habilitar el Divino Valles como un hospital de media y larga estancia para pacientes crónicos y que requieren cuidados paliativos. Un centro donde también se podrían reutilizar quirófanos para cirugía ambulatoria y recuperar en área de geriatría que no existe a día de hoy en los servicios sanitarios públicos que se prestan en la provincia. «Es difícil que la planta siete del Hospital de Burgos pueda asumir ingresos de paliativos porque está ocupada por Covid y es difícil que puedan destinar esas camas a otro destino diferente», explicó antes de iniciarse el recorrido la portavoz de la Plataforma, María José Pereda. Una solución que no convence en la plataforma porque el HUBU es un hospital de agudos y «lo que hay que hacer es una pequeña inversión para poner en funcionamiento una dotación pública que beneficie a los burgaleses en general y a los más ancianos y personas en situación de terminalidad en particular, que precisan de unos cuidados y una atención que no se puede dar en un hospital de agudos sino en un hospital de media y larga estancia y creemos que el lugar idóneo es el Divino Valles». La propuesta de la Plataforma por la Sanidad Pública, tal y como expusieron en la lectura del comunicado al final de la bicicletada en la que participaron más de 500 personas y que se suma a las 3.000 firmas recogidas para la reapertura del Divino Valles, reconoce que «para su nueva misión tendría que abordarse una modesta reforma para dar el máximo de confidencialidad y comodidad a los pacientes, pero hemos calculado que estaría amortizada en dos años».En el cierre de la manifestación, la plataforma exigió la rescisión del convenio con San Juan de Dios «debe rescindirse porque es un contrato lesivo para los intereses económicos de la población y tampoco es beneficioso para los usuarios», explicaron. Exigen concreción. «Se ha comunicado públicamente que quiere rescindir el contrato, eso no pasa de una intención por el momento», especifico Pereda.La ruta reivindicativa arrancó en la Real y Antigua de Gamonal y llegó a Plaza España desde donde se alcanzó el Divino Valles desde la avenida La Paz y la Avenida Castilla León hasta llegar a la rotonda del HUBU para circular por Islas Baleares hasta el anterior hospital provincial. En una explanada próxima, representantes de la Plataforma leyeron un comunicado donde expresaron la necesidad de poner en valor y recuperar una instalación que cerró a cal y canto cuando abrió el HUBU. Y dónde ya operaba una unidad de geriatría que entonces fue desmantelada. Remarcan que, desde entonces, el servicio tiene un coste anual de un millón de euros sólo por el mantenimiento y que en el proyecto inicial del HUBU se planteaba una operatividad conjunta con un vial de comunicación entre ambos centros planteado en el proyecto de ejecución pero no ejecutado. Al otro lado, una externalización de servicios con un coste de cinco millones de euros cada dos años. «Tenemos la infraestructura para abordar con medios propios la atención a pacientes que necesitan cuidados paliativos y que con un coste de remodelación compensa, de sobra, económicamente», explican en el comunicado leído al final de la marcha. Recuerdan que la excusa no puede ser la falta de personal. «Lo que no es de recibo es que no tengamos profesionales porque se van a la privada y se externalicen servicios. Si la privada encuentra profesionales ¿por qué el servicio público no lo va a encontrar?».