El desoído SOS de Villatoro
Los vecinos denuncian el abandono de las instituciones y la falta de solución al problema de las aguas subterráneas / Otro año sin partida en el presupuesto
Frustrados, abandonados, desoídos, desmoralizados, desesperados. En definitiva, olvidados y enfadados, por decirlo de manera suave. Así se sienten los vecinos del barrio de Villatoro que ven pasar los años, empezaron en 2009 a denunciar el problema de las grietas en las viviendas, sin una solución al problema de las filtraciones subterráneas.
Los daños materiales se traducen en viviendas demolidas, agrietadas pero en pie, así como en hundimientos en las aceras y la calzada de las calles afectadas.
Más allá de estos perjuicios económicos están los personales, los de las familias que se han tenido que ir del barrio porque su vivienda se volvió insegura. Hacer las maletas y embarcarse en otra hipoteca para seguir adelante. Esto le ocurrió a Óscar López, su mujer y sus dos hijas, que llevan ocho años fuera del barrio que escogieron para desarrollar su proyecto de vida.
«Con 45 años y dos niñas pequeñas tuvimos que empezar de cero en otro lugar», recuerda con pesar.
Su casa sigue en pie, aunque desconocen por cuanto tiempo porque el deterioro ha ido en aumento en estos años. Hacen frente al Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y abonan la tasa de basuras al Ayuntamiento de Burgos, así como todos los gastos corrientes por una vivienda que es inhabitable. «Esto es una desgracia, seguimos pagando los impuestos municipales, mientras el Ayuntamiento mira para otro lado año tras año», afirma visiblemente enojado este burgalés.
Esto es una desgracia, seguimos pagando los impuestos municipales, mientras el Ayuntamiento mira para otro lado", afirma Óscar López.
Durante todos estos años, el consejo de Barrio y los vecinos afectados se han movilizado, han protestado en Plenos municipales, acudieron a la Confederación Hidrográfica de Duero (CHD), pidieron informes geológicos y apelaron al Procurador del Común.
El defensor del pueblo de Castilla y León instó en 2016 al Ayuntamiento de Burgos y a la Junta de Castilla y León como administraciones competentes a acometer las actuaciones necesarias en el arroyo de Villatoro, al tiempo que urgió al Ayuntamiento y a la Confederación Hidrográfica de Duero (CHD) a suscribir un convenio con el fin de financiar esta obra y a solucionar el problema de las filtraciones de aguas subterráneas en el barrio.
Pues bien, nada ha sucedido, salvo el incremento de las grietas en las viviendas y el aumento de la desconfianza de los vecinos en las administraciones, porque ya han visto pasar a varias corporaciones por el número 1 de la Plaza Mayor.
La familia de Óscar López tiene su vivienda en la calle Mayor y buscando soluciones para su casa invirtió 10.000 euros en recalzar la casa con una obra de cimentación. «El agua sigue pasando y por tanto se parten los forjados, los pilares y esta intervención no ha servido», precisa. El agua sigue su curso porque nada se ha hecho para drenar el arroyo y desviarlo a los dos pozos nuevos que debían estar construidos hace varios años.
La razón de que esta casa siga en pie es porque tiene pilares de hormigón, pero las que había al lado, que eran más débiles se hundieron hace años.
El presidente del Consejo de Barrio de Villatoro, Sergio Simón, igual que Óscar López y otros vecinos afectados, han perdido la confianza en su administración más cercana. El presupuesto municipal de 2021 no incluye partida para comenzar las obras, que se llegaron a proyectar con detalle en 2015. «Lo último que nos han dicho es que en una próxima modificación presupuestaria incluirán una partida para afrontar el problema, pero es que ya han sido dos ejercicios en los que fían las obras a modificaciones presupuestarias, sin que llegue a avanzar más la tramitación», manifiesta el representante vecinal. «Cuando por fin se incluye el proyecto se pasa el año sin licitar y, al final, nada avanza», subraya y este año nos tememos que pasará lo mismo.
El año 2019 el presupuesto contenía 410.000 euros para iniciar la primera fase de las obras necesarias para evitar las filtraciones de agua. No se llegó a adjudicar antes de 31 de diciembre y la partida se perdió. El presupuesto total de la intervención en Villatoro se estimaba en 1,5 millones de euros por tanto la ejecución de la obra se iba a dividir en varios ejercicios. En 2020 el presupuesto municipal olvidó a este barrio, con idéntica promesa de incluirlo en una modificación del presupuesto, de esas que incorporan los remanentes no gastados en el ejercicio anterior. Este 2021 la situación se ha vuelto a repetir. ¿Deja vu? La indignación va en aumento.
Temor a que los daños lleguen a más viviendas
Ni partida presupuestaria para las obras y ni para ayudar a las familias que asumieron el coste de derribar sus viviendas o que trataron de recalzarla sobre un terreno inestable por las filtraciones. Tampoco se llegaron a cobrar esas ayudas que en algún momento, en esta década de tiempo se prometieron.
El temor del barrio es que el agua llegué a afectar a las viviendas construidas más recientemente, en los últimos 20 años, en la zona más abajo de las casas afectadas, alrededor de una decena. «Hasta que no pase una desgracia y se le caiga la casa encima a alguien , aquí no se hace nada», afirma Simón.
El proyecto que redactó Prointec, en el que se describían las acciones a realizar, data de 2015. Seis años han pasado sin que se haya movido un euro.
Villatoro se siente abandonado por ser Villatoro, con unos 1.000 vecinos empadronados, pero unos 2.000 residentes. El Consejo de Barrio afirma que «son unos pocos votos» que, al final parece que no importan a nadie. Y ven cómo en otras zonas de Burgos se plantean obras de emergencia por problemas similares como el hundimiento en plena avenida Reyes Católicos relacionado con el agua.