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El HUBU replica que es San Juan de Dios quien le «marca el ritmo»

Desde el hospital público remarcan que se les ofrece una derivación de 40 camas y el domingo estaban ocupadas 38 / Sobre las operaciones se trasladan «todas las que admiten»

Vestíbulo de la clínica de San Juan de Dios en el paseo de la Isla. TOMÁS ALONSO

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Marta Casado / Burgos
Burgos

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El Hospital Universitario de Burgos (HUBU) asegura que es San Juan de Dios quien marca el ritmo de derivaciones del centro público al concertado. Algo que contrasta con lo relatado a este periódico fuentes del centro del paseo de la Isla que hablaban de una caída de 50% de las derivaciones sin explicación y una situación de indefinición que les lleva a estar al límite. Desde el HUBU explican que la derivación de pacientes que se pueden remitir a San Juan de Dios se establece en función de dos criterios. Que sea una carga asistencial al que el equipamiento del centro privado puede dar una correcta respuesta y que se disponga de camas libres. Si desde la Orden se hablaba de una caída del 50 por ciento de las hospitalizaciones conveniadas, desde el HUBU apuntan que es «el Hospital San Juan de Dios quien ha reducido su oferta habitual a la mitad, solo podemos disponer de 40 camas». Así las cosas, el pasado domingo se habían ocupado 38 de estos espacios. En cuanto a la actividad quirúrgica, la orden religiosa reflejaba una caída del 77 por ciento respecto a lo programado. Algo que para el HUBU viene en función de lo que San Juan de Dios acepta. «Se derivan todos los procedimientos que admiten, es la orden religiosa quien marca el ritmo y el número de pacientes que se derivan para su intervención quirúrgica», señalan fuentes del HUBU. Dos versiones de una misma situación que dejan claro un contexto negativo para esas negociaciones, casi paradas, que deben definir si se mantiene o se cancela el convenio entre ambas instituciones. Una solución que demandan desde San Juan de Dios que ha visto todo este año comprometida su estabilidad y se quejaban de la ausencia de explicaciones por esa reducción de derivaciones. «En esta indefinición poco más podemos aguantar», explicaban desde el centro hace unos días.Los servicios que se habían contratado con San Juan de Dios para el ejercicio 2019 y 2020 se correspondían con 950 pacientes al año con 21.800 estancias repartidos en 300 pacientes de cuidados paliativos con 3.600 estancias y 650 de la unidad de geriatría y larga estancia con 18.200 estancias. En cuanto a los procedimientos quirúrgicos pactados se constataban 1.900 donde destacaban las intervenciones de cataratas y hernia inguinal, unas 1.200 entre todas.Este convenio, por el que la entidad percibiría 2,6 millones en 2019, 5,2 millones en 2020 y 2,6 millones en 2021, se prolongó hasta el mes de abril de este año con el objetivo de negociar nuevas condiciones.Al mismo tiempo que esta negociación parece enquistada, responsables del Sacyl y consejería de Sanidad se comprometían con la Plataforma por la Sanidad Pública de Burgos a recuperar en dos fases el uso hospitalario del hospital Divino Valles para pacientes crónicos de media y larga estancia, mismo perfil de pacientes que se derivan a San Juan de Dios. Hace un par de días, el Grupo Recoletas presentaba la ampliación de instalaciones en el local que Fundación Cajacírculo tiene en Virgen del Manzano. Allí ubicará un centro para diagnóstico por imagen, traumatología, oftalmología y unidad de mujer con espacio para reproducción asistida. Los servicios sanitarios que Sacyl demandaba a San Juan de Dios para renovar el convenio se circunscribían a cataratas, pruebas diagnósticas como ecografías y rehabilitación entre otros servicios. En total 950 pacientes al año con 21.800 estancias y multiplicar el tipo de intervenciones doblando cataratas, consultas refractivas, cordales de odontología o endoscopias y servicio de dermatología. Un servicio que San Juan De Dios había valorado en 8,6 millones de euros al año.