Alertan de un "invierno duro" en materia de vivienda

Las entidades que trabajan con personas en riesgo de exclusión social como Cáritas y Cruz Roja y entidades específicas como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) vaticinan un «invierno duro en materia de vivienda». La PAH, que retomó las reuniones presenciales de los miércoles a las 19 horas en la sede de Cáritas en la calle San Francisco, lo pudo comprobar. «Hasta ahora lidiábamos mucho con desahucios por alquiler, pero ahora con la inestabilidad de los ERTE y la situación generada por la pandemia, lo hipotecario está subiendo como la espuma otra vez», explican desde la plataforma. La estadística del Consejo General del Poder Judicial lo corrobora. Se han duplicado las ejecuciones hipotecarias ingresadas en los jugados en el primer semestre del año. Se ha pasado de los 30 asuntos generados por el impago de hipotecas entre enero y junio de 2020 a los 65 en el mismo periodo de este año que ha superado, también, las cifras de un año ‘normal’ como 2019 que registró 49 asuntos de este tipo.En cuanto a los lanzamientos practicados también hay un aumento claro. Se han alcanzado los 212 procesos que instan al abandono de un inmueble, son un 22,5% más que en 2020. En 2019 se practicaron 258.De los lanzamientos ordenados por los juzgados de la provincia de Burgos la mayoría son de alquiler. De esta manera, en el primer semestre del año se han registrado 159. Una cifra muy similar a la registrada en el mismo periodo del año pasado con 151 asuntos. La cifra es claramente inferior a la de 2019 cuando se registraron 213 lanzamientos por incumplimiento del pago de la renta. En este caso la moratoria de desahucios parece tener una incidencia clara. Lo que empieza a crecer son los abandonos del hogar que tiene cuotas hipotecarias sin pagar. Se ha pasado de los 20 que había en 2021 a los 36 este año. La cifra en 2019 era de 44 lanzamientos de este tipo. El problema es que las cifras podrían dispararse al no tener la protección de la moratoria por la situación generada por la Covid, que está a punto de expirar, y el aumento de los ingresos por impago de hipotecas que han experimentado los juzgados.