El Correo de Burgos

Proyecto Rubare ya da clase a 275 niños en la isla de paz de Idjwi

La ong inicia hoy la fiesta de inauguración, que reunirá el domingo a más de un  centenar de personas, con la unión telemática de aulas de colegios de Burgos con este rincón del Congo 

Un grupo de niños inician la jornada escolar en las aulas de Isla Idjwi de Proyecto Rubare. ECB

Un grupo de niños inician la jornada escolar en las aulas de Isla Idjwi de Proyecto Rubare. ECB

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Esta semana ha sido emocionante para los 275 alumnos de la escuela Infantil que Proyecto Rubare ha levantado en la isla de Idjwi en el Congo, en los últimos dos años. El lunes iniciaron el curso y hoy inauguran la escuela con una conexión con sus compañeros de Burgos. Los alumnos de los colegios Miguel Delibes, Aurelio Gómez Escolar, Saturnino Calleja, Vadillos y padre Manjón están a más de 5.900 kilómetros de distancia, pero han colaborado en levantar las cinco aulas del complejo que ya imparten clase en la isla de paz del Congo.  «Aquí nos dicen que es una escuela de blancos y es verdad que tienen  wifi, pero está hecha con donaciones de pizarras del Padre Manjón, sillas de Vadillos, proyectores cedidos por el Aurelio, los seis colegios de Burgos han donado muchas de las cosas y material escolar con los que hemos equipado el centro y por eso nos gustaría una comunicación directa entre los niños para que conozcan realidades tan diferentes a las suyas y el significado de la solidaridad», explica el responsable de Proyecto Rubare, Tomás Martínez.El proyecto de conectar a niños de uno y otro lado del mundo viene de lejos. Se ha materializado en una actividad sobre los Objetivos del Milenio hace unos meses, un cuento y, ahora,  con la presencia de los niños burgaleses en la inauguración del curso en la isla del lago Kivu. Un acto en el que participarán, también desde la distancia, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, el director general de asuntos exteriores de la administración regional, Carlos Aguilar, y los responsables de la embajada de España en el Congo. La Junta ha apoyado el proyecto desde que solo eran papeles en la carpeta de la asociación burgalesa. La fiesta de inauguración para los vecinos de la isla será  el domingo. Asistirán mas de un centenar de personas y reunirá  a las autoridades de la provincia de Kivu, jefes de las tribus de la zona, personalidades de la cultura y las autoridades militares de Uruguay y Colombia que están al frente de la protección internacional en el país africano. «Va a ser toda una fiesta para nosotros y para el pueblo», reconoce desde el Congo, Martínez. Como conductor de los festejos estará  presente Jesús Fonseca, periodista de la región que fue corresponsal en la zona de África y que «siempre nos ha apoyado mucho en nuestros proyectos». Las aulas donde ofrecen formación a niños tienen un componente de futuro, dotarles de una habilidad y estudios, pero también de presente. Aquí tienen asegurado el alimento y, al ser una isla alejada sin minas ni recursos que explotar, permite alejar a los niños de las mafias de  la explotación del coltán y de los grupos guerrilleros. Disponen también de un orfanato para que las niñas, generalmente encargadas de atender a los niños en muchos casos sus propios hijos, puedan dejarles allí y formarse. Para financiar el centro, se ha levantado un modesto complejo residencial que permitirá acoger visitantes. «Es una especie de hotel solidario formado por cinco cabañas y una palapa para hacer la vida diaria leer, comer o disfrutar las vistas del lago con el que queremos ayudar a financiar la escuela donde buscamos ofrecer la educación con un alto componente informático con el que ya hemos formado a los profesores, que son nativos», explica. El complejo busca, a futuro, seguir creciendo para acompañar a los pequeños en su crecimiento educativo y que «el día de mañana estos niños y estas niñas puedan labrarse un futuro», añaden desde Rubare.De forma paralela, Proyecto Rubare mantiene el complejo con el que empezaron a trabajar en el Congo. Un nuevo molino que funciona con energía solar, con financiación municipal, ha llegado a la fábrica de Rubare donde mantienen cultivos para producir harina y azúcar de la caña, muy abundante en la zona, y mantienen una explotación de cerdos de la que elaboran productos cárnicos que son muy demandados y hasta jabones. Estos proyectos, algunos son cooperativas de mujeres, además de la escuela y el hospital han permitido hacer crecer la misión que las Hermanas de Gerona levantaron en este rincón tal y como la hermana Presentación Lopez soñó. Las heridas de la explosión de una bomba obligó a la hermana a volver a Burgos, pero se empezó a gestar Proyecto Rubare.Martínez se muestra asombrado por el tesón y la fuerza de estas misioneras, como la burgalesa Urbana Sancho, o los salesianos Honorato Alonso o Domingo de la Hera. Por ello, el documental que estos días graba Eduardo Margareto en la zona está dedicado a ellos. «Es un documental de estos héroes que llevan aquí 40 años o mas, y nosotros solo somos continuadores, de la manera más modesta, de su labor», señala. La continuidad es Idjwi, un centro escolar en una isla de paz donde disfrutar la infancia y formarse para labrarse un futuro.

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