El Correo de Burgos

Adiós y gratitud al alma mater de los Yacimientos de Atapuerca

Diversas voces del ámbito científico, universitario y político despiden al paleontólogo Emiliano Aguirre, descubridor del yacimiento burgalés, que fallecía el lunes a los 96 años

Emiliano Aguirre en una intervención junto a los codirectores de Atapuerca: Carbonell, Bermúdez de Castro y Arsuaga. FUNDACIÓN  ATAPUERCA

Emiliano Aguirre en una intervención junto a los codirectores de Atapuerca: Carbonell, Bermúdez de Castro y Arsuaga. FUNDACIÓN ATAPUERCA

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Era el año 1976 cuando Emiliano Aguirre, paleontólogo ferrolano, comenzaba a trabajar en los yacimientos de Atapuerca. Un espacio hoy declarado Patrimonio de la Humanidad al que el científico dedicó años de trabajo y de esfuerzo y en el que puso todo su empeño y conocimiento. Por la manos de Aguirre, que fallecía el lunes a los 96 años de edad, han pasado cientos de estudiantes, hoy profesionales reconocidos de diversas áreas del conocimiento científico y humano. Todos ellos coinciden en describirle como un hombre excepcional, inteligente, valiente, de mundo y, sobre todo, generoso. Mentor y  amigo para muchos. Figura única de la ciencia española para todos.Entre los alumnos de excepción de Aguirre se encuentra el codirector de  los yacimientos de Atapuerca, José María Bermúdez de Castro. «Fue el más importante de mis mentores,  es imposible olvidar la fuerza y el entusiasmo que tenía», señala el paleoantropólogo. Si algo destaca de su «maestro» es que «era un hombre de mundo, un hombre que viajó a decenas de países para llevar a cabo sus investigaciones y eso le dio un bagaje que no tenían otros científicos del momento». El científico recuerda que Aguirre fue quien dio «el primer impulso al estudio de la Prehistoria, la Evolución Humana y de la  paleontología» y quien «dio el empujón a los yacimientos de la Sierra de Atapuerca y quien nos ‘reclutó’ para su proyecto». Explica divertido que «tenía prisa porque estuviéramos en Atapuerca y siendo director del Museo de Ciencias Naturales de Madrid nos pedía que termináramos nuestras tesis lo antes posible». Cuenta entre risas que cuando estaba haciendo el borrador de su tesis «a mano y con lápiz», en un momento dado «Aguirre me la pidió para echarla un vistazo y me dijo que era un tacaño porque no dejaba espacio en las hojas para que él hiciera anotaciones».Sobre esa misma cercanía y ese sentimiento de «figura casi paternal» también hace referencia Eudald Carbonell, el también codirector de los yacimientos, lamentaba que «la muerte es algo que no nos gusta y mucho menos si es  de una persona que ha sido maestro, colega y amigo». Para el científico, Aguirre fue «una figura muy importante en mi trayectoria» y aseguraba que «los doce años que pasé con él fueron tremendamente importantes». Por su parte, el también codirector de los yacimientos Juan Luis Arsuaga aseguraba a través de la red social Twitter que «Emiliano es una figura histórica, un maestro, un pionero» y añadía que «la ciencia española le debe mucho y Atapuerca le debe todo».Con especial cariño y nostalgia le recuerda Aurora Martín, coordinadora del Museo de la Evolución Humana y primera mujer en participar en las excavaciones de Atapuerca en la década de los ochenta. Una década que la unió fuertemente a Aguirre. «Hemos perdido mucho, no solo todo el equipo de Atapuerca, si no la ciencia española». Asegura Martín que el ferrolano «desprendía luz y conocimiento» y «en cualquier momento te ofrecía una lección con cualquier excusa».Si algo agradece la científica a Aguirre fueron «sus ganas de transmitir conocimiento» y de «hacernos comprender que teníamos que creer en nosotros mismos porque él ya lo hacía». Aguirre «apostó por la ciencia española  a pesar del gran recorrido internacional que tuvo». Martín recuerda que «invitaba a científicos de todo el mundo a trabajar en Atapuerca pero los fósiles nunca salieron de España».Por sus raíces gallegas surgieron numerosas conversaciones. Así lo explica María Martinón, directora del Cenieh. «Si bien no coincidimos a nivel profesional, si lo hicimos en conferencias y reuniones y fuimos vecinos de despacho en el Museo de Ciencias Naturales». Asegura que «la figura de Emiliano es universal» sobre todo porque «fue pionero en creer en las capacidades de este país y en desarrollar un proyecto multidisciplinar».Apunta la paleoantropóloga que Aguirre  «era un hombre del Renacimiento, un hombre único, adelantado a su tiempo y con una gran formación humanística». Una figura clave de la ciencia española que «no muere porque tiene un legado inmenso de alumnos y su aportación científica y humana se perpetuará en la excelencia de la ciencia española».Doctor Honoris Causa por la Universidad de Burgos, Aguirre dejó un sello imborrable en la capital burgalesa. «Tuvo esa intuición que tienen los grandes estudiosos que investigan sobre un tema y no son conscientes de la importancia de su trabajo», comenta el rector de la UBU, Manuel Pérez Mateos.  Apunta que «era una persona muy afable, capaz de concitar el consenso y el trabajo de forma libre». Señala que «las investigaciones que hizo en Atapuerca tienen una gran trascendencia y tuvo la capacidad de ceder el paso a nuevo científicos para continuar con esa gran labor».También desde la Universidad, Juan Carlos Díez, catedrático de la UBU, apunta que «Emiliano era un referente, un hombre con un visión holística que fue un revolucionario del conocimiento en múltiples materias».  Recuerda como «siendo solo un chaval de 20 años me abrió un mundo nuevo y fue él quien me convenció para ir a Madrid y hacer mi tesis». También habla de una figura «paternal» porque «su impronta en mí fue enorme y marcó por completo los derroteros por los que caminó mi vida profesional». Desde las institucionesDesde las instituciones algunas voces se han sumado al homenaje al científico. El consejero de Cultura, Javier Ortega, aseguraba que «Atapuerca es Emiliano Aguirre» y «fue gracias a él que hoy somos un referente en el campo científico de la Evolución Humana». Añadía que «Castilla y León pierde a una persona generosa y a un científico de prestigio internacional. Un pionero en la investigación paleontológica al que  solo nos queda agradecer todo lo que hizo»».En ese mismo sentido se pronunciaba el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco: «Fue la primera persona que descubrió al mundo la importancia de los Yacimientos» y aseguraba que «su legado internacional será eterno para la investigación de los orígenes del hombre».Por su parte, el alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, anotaba que «fue el primero en investigar y divulgar sobre los Yacimientos. No solo a nivel científico si no como persona, todos los burgaleses le debemos un reconocimiento y sobre todo quedarnos con su legado que es de un nivel universal». El presidente de la Diputación de Burgos, César Rico, apostillaba que la figura de Aguirre «es incontestable, un referente científico que empeñó  su destino con Atapuerca».

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