El Correo de Burgos

DÍA INTERNACIONAL DE LUCHA CONTRA EL CÁNCER DE MAMA LA RECUPERACIÓN

Micropigmentación del pezón para decir adiós al cáncer de mama

Con pigmentos orgánicos, un dermógrafo y tres sesiones las mujeres mastectomizadas «vuelven a mirarse al espejo» El HUBU lo recupera, después de dos años, tras la formación cuatro enfermeras

Soraya Hernaiz, Marta Marañón, enfermeras, y Miguel Estefanía, jefe del servicio de Cirugía Plástica del HUBU. TOMÁS ALONSO

Soraya Hernaiz, Marta Marañón, enfermeras, y Miguel Estefanía, jefe del servicio de Cirugía Plástica del HUBU. TOMÁS ALONSO

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Marta Casado / Burgos
Burgos

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Manuela (nombre ficticio), no faltó a su cita con la playa de cada verano. No permitió que el cáncer le arrebatara también eso. Pero este año volvió a hacer toples con tranquilidad. No lo había podido hacer desde que le hicieron una mastectomía. La reconstrucción de cirugía plástica fue el primer paso, pero no pudo decir adiós al cáncer de mama hasta que llegó a la consulta de Fátima Carrasco, esteticista especializada en micropigmentación de areola y pezón. «Vienen con mucho en la espalda, con cicatrices en el pecho, pero más en el alma y esta parte final es mucho para ellas, significa que lo han superado», explica.«Muchas tienen la reconstrucción hecha, pero sin micropigmentación no termina el proceso, hay casos en los que se mantienen así por dejar de acudir a consultas o ver médicos, pero este último proceso da un giro a sus vidas, vuelven a mirarse al espejo, a recuperar su autoestima», explica la enfermera del área de cirugía plástica del Hospital Universitario de Burgos, HUBU, Marta Marañón. Ella y su compañera Soraya Hernáiz se han empecinado en que el HUBU recupere este servicio después de dos años. «Entre la jubilación de las enfermeras que lo hacían antes, y la Covid, llevamos dos años sin hacer esta técnica y ahora, gracias a que las enfermeras han dedicado un tiempo a formarse, lo podemos volver a poner en marcha», explica el jefe de Cirugía Plástica del HUBU, Miguel Estefanía.  Reconoce que es un proceso final importante para que las pacientes puedan recuperar la autoestima. «Es un proceso largo el que llevan detrás, en nuestro servicio pueden estar un año y medio desde la primera consulta hasta la última, además del tiempo que pasan en el tratamiento específico contra el tumor, y con esta técnica se recuperan estética, sexual y psicológicamente», explica el cirujano. El esfuerzo de las dos enfermeras del HUBU pasa por que el servicio no vuelva a estar en blanco. «Nos hemos formado por nuestra cuenta, hemos rotado en el Hospital Ramón y Cajal, que es la unidad pionera en esta técnica, y hemos elaborado un protocolo para todos los servicios implicados», explica Soraya Hernáiz. Resaltan la voluntad de «continuidad y formación de equipos para no volver a sufrir este parón de dos años por la jubilación de compañeras y tener que formarnos», explican. El equipo lo completan Noelia Cortezón, enfermera de Cirugía General, y Ana Isabel Casado, enfermera de Dermatología. La técnica de micropigmentación de areola-pezón en mujeres mastectomizadas está en la cartera del Sistema Nacional de Salud desde 2018. Es un servicio que no se presta en todos los hospitales públicos, aunque en el hospital de Burgos se aplica desde el año 2000 primero en el quirófano por el cirujano hasta que se habilitó a un grupo de enfermeras. Ante el temor de la sala de operaciones, desde 2013 se habilitó la técnica en consulta hasta 2019. La formación de cantera evitará que se vuelva a dar un parón en este servicio que también se puede aplicar por la vía privada. Se trata de una técnica de estética y tatuajes per «no es un tatuaje», remarcan las enfermeras. También lo hace en Burgos la esteticista Fátima Carrasco que atesora diez años de experiencia en esta tarea y a quien derivan casos desde la Asociación Española Contra el Cáncer de Burgos casos que realiza de forma voluntaria. Aunque desde el Equipo Psicosocial de la entidad burgalesa reconocen que «es un proceso del que estamos más desligados, asumimos más los casos de orientación y apoyo en el inicio con el diagnóstico de la enfermedad».Mucho más que un tatuajeEl proceso para volver a mirarse al espejo es largo. La primera parte, la reconstrucción mamaria tras la mastectomía, es una de las operaciones más comunes en el servicio de Cirugía Plástica. Pueden ser de dos tipos: inmediata, se hace en el mismo momento de quitar la parte afectada, o diferida, que se hace en un segundo momento cuando la mastectomía ha cicatrizado. En el HUBU se pueden hacer dos reconstrucciones inmediatas a la semana y, en función de la lista de espera, se programan las diferidas con un mínimo de una semanal. Tres meses después de la última cirugía se puede llevar a cabo la reconstrucción de la areola y el pezón. Son tres sesiones, algo en lo que coincide el protocolo del HUBU y la consulta de Fátima Carrasco. Las dificultades varían si se ha intervenido sobre un pecho, «donde hay una referencia de lo que tienen», o se ha reconstruido los dos «es más difícil porque ellas no recuerdan como era entonces valoramos como hacerlo con ellas y en el tono tomamos la mucosa labial que nos da los tonos rosados o tonalidades marrones», explica Carrasco. También se realiza la reconstrucción en 3D que a veces viene facilitada por la operación quirúrgica y en otras se recrea con sombreados y perspectiva. Se diferencia de los tatuajes en que no es una inyección de tinta en la dermis, sino que se inyectan pigmentos de tonalidades rosadas y marrones en la epidermis. Coincide en que se utilizan dermógrafos y agujas. Pero los pigmentos son orgánicos «son compatibles con el proceso de salud que lleva la paciente y no llevan metales», detalla Fátima Carrasco. «No es una técnica dolorosa, buscamos que eviten la entrada en el quirófano que es algo que no quieren», explica Hernaiz. «Cuando llegan nos cuentan las batallas que han librado hasta ganar la guerra, su intención es ponerle fin a esta etapa de su vida», resume Marta Marañón. Es mucho más que un tatuaje, son señales de una superviviente que vuelve a sonreír a la vida mirándose al espejo.

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