HOMENAJE
Emiliano Aguirre en la memoria
La Universidad de Burgos reúne a autoridades políticas y sociales, codirectores y miembros del equipo de investigación de Atapuerca para honrar la figura de su doctor honoris causa
En la Biblioteca de la Universidad de Burgos hay un parque. El parque de la Sabiduría donde una placa y un árbol recuerda la figura de cada uno de los doctores honoris causa de la institución.
Bajo el pino piñonero plantado en honor de Emiliano Aguirre, doctor honoris causa de la UBU desde 2007, discípulos, hoy codirectores y responsables de yacimientos, los discípulos de éstos y representantes de todas las instituciones glosaron la figura del padre de Atapuerca en un emotivo acto.
«Era uno de los grandes», explicó la directora del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (Cenieh), María Martinón, quien arrancó el proceso de emotivos discursos que glosaron la figura de un hombre pionero, generoso, elegante y visionario, según la sucesión de discursos que se realizaron durante el acto que empezó bajo un cielo gris donde, al terminar, ya lucía el sol.
El recuerdo de sus discípulos protagonizó el acto. A quienes en los 90 dejó el testigo de la dirección en un triunvirato del que se sentía orgulloso, porque alguno le había dicho que sería el fin del proyecto.
«Aún tengo un nudo en la garganta y una presión en el corazón muy fuerte», dijo el codirector, Eudald Carbonell. Con él, y otros 11 colaboradores, cruzó por primera vez la trinchera del ferrocarril.
«En ese momento ya supimos que este era un rincón importante y lo que vino después», explicó a los medios el propio Carbonell. Aseguró entonces lo veía como maestro, después como colega para, con el tiempo, ver a un amigo al que visitaba frecuentemente en Madrid.
«En ese momento ya supimos que este era un rincón importante y lo que vino después»
«Esta secuencia en la que se pasa el testigo y siempre con la capacidad de tratar de mejorar el proyecto que nos permite decir que Emiliano aún está entre nosotros», señaló el codirector.
José María Bermúdez de Castro incidió en su generosidad como «con su ayuda económica pude sacar mis primeras investigaciones adelante» y «como, sin ser mi director de tesis, siempre tenía tiempo para ayudarme leerlo y hacer aportaciones».
En su discurso señaló que «fue nuestro maestro y mentor, nos marcó el camino a seguir a muchos, desarrollando siempre ideas, se hizo muy popular su dicho ‘aquí hay tesis’, fue parte de un grupo de pensadores que cambiaron la mentalidad de la ciencia española», explicó.
Para el también codirector Juan Luis Arsuaga quiso recordar el poso que deja tras su marcha. «Era excepcional en lo personal, tenía estilo, categoría y clase, esa forma elegante en el porte físico, en su manera de vestir y en su forma de hablar con un toque entre gallego y británico, tremendamente culto y una actitud estoica que le hacía tomar los problemas con tranquilidad».
El rector de la Universidad, Manuel Pérez Mateos, reconoció el papel de Emiliano y su visión con Atapuerca. «La vida del profesores Emiliano Aguirre cambió en 1976 cuando Trino Torres le acerca los primeros restos de Atapuerca, le dirigía su tesis de osos, pero a partir de ahí España entró en la modernidad de la paleontología». Reconoce que «tuvo la audacia, lucidez y clarividencia de ver el fenómeno de investigación de Atapuerca que hoy es una realidad».
En el acto estuvieron presente el presidente de la Diputación, César Rico, y el alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, que anunció que el Ayuntamiento estudia otorgar una distinción póstuma al paleontólogo que ya tiene una pequeña calle junto al Fórum Evolución.
El director general de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, Gumersindo Bueno, reseñó los inicios de Aguirre en otro yacimiento de la región, el de Torralba y Ambrona, en Soria. y a él se le debe la primera reserva paleontológica de la región.
Sobre su papel clave en Atapuerca, destacó su «conexión constante con los yacimientos» y destacó que para que un proyecto tenga éxito la administración necesita buenos interlocutores. Algo que Bueno reconoció en Aguirre que «fue capaz de llevar al público el concepto de humanidad como especie y la del sapiens en relación con otras».
Un proyecto que, asegura el director general de Patrimonio, seguirá creciendo con una «apuesta decidida para que lo que él sembró continúe con el apoyo de la Junta de Castilla y León».
El presidente de la Fundación Atapuerca, Antonio Miguel Méndez Pozo, ha transmitido durante su intervención las condolencias por parte de las diferentes personalidades por la pérdida del paleontólogo como la Reina Sofía, el Rey de España o el agradecimiento a la fundación y la universidad de la propia viuda del fallecido.
La Fundación Atapuerca es fedataria de la ingente actividad científica del paleontólogo gallego puesto que toda su producción científica, misivas y actividad se ha legado a la institución que está en fase de documentación.
«Es un legado importante, con correspondencia que Emiliano tenía con personalidades de este campo de la ciencia a nivel nacional e internacional, en el que estamos trabajando», explicó Eudald Carbonell.
Un fondo documental que se prevé cuente con toda la actividad de los actuales codirectores y que formará parte de un edificio nuevo para el que ya se ha adquirido una parcela contigua a las actuales instalaciones de Ibeas de Juarros.