Las inhumaciones en el cementerio bajan un 10%
Se han realizado 830 funerales entre enero y septiembre frente a los 929 del año pasado. El entierro supone el 76% del total pero sube el uso del columbario
El último adiós es un reflejo de la situación que toda la sociedad ha vivido a costa de la crisis sanitaria. El año pasado las inhumaciones habían crecido un 9% como consecuencia de una mortalidad disparada por la pandemia en marzo, abril y julio. Este año el cementerio de San José vuelve al ritmo habitual de actividad con las 830 inhumaciones de cadáveres y cenizas. De esta manera el ritmo de entierros ha descendido en el cementerio de la capital un 10% el último año, según las cifras facilitadas por la concejalía de Sanidad. Una cifra que supone volver a la normalidad. El volumen de inhumaciones en 2019 y 2018, años que no estuvieron marcados por la Covid-19, fue de 853 y 852 personas.
El reflejo de una menor mortalidad hasta el mes de septiembre se refleja en la evolución interanual de cada mes. De esta manera, baja desde enero hasta mayo en el que hay un pequeño pico al pasar de 92 a 104 inhumaciones. Vuelve a caer los dos meses siguientes hasta agosto en el que sube de 101 en el año de la pandemia a 113 este ejercicio para volver a descender en septiembre.
En cuanto al tipo de despedida, a pesar del menor número de decesos que han llegado al cementerio de la capital, hay un aumento. La evolución al alza de la incineración es constante. Entre enero y septiembre de este año se han realizado un total de 199 inhumaciones de cenizas, un 6% más que en el año anterior en el que se habían producido 187.
La incineracion crece. La inhumación de cenizas sube un 38% respecto a hace dos años.
El porcentaje sube un 38% frente a las 144 inhumaciones de cenizas en el columbario. Un proceso que tiene una tasa más baja de uso por 75 años que un nicho. Un depósito en el columbario de Nuestra Señora del Pilar asciende a 948 euros frente a los 1.400 de un nicho.
De esta manera, las inhumaciones de un cuerpo, aunque protagonizan siete de cada diez, han experimentado el grueso del descenso interanual de actividad en el cementerio. Entre enero y septiembre se han producido 631 enterramientos de un cadáver. Es casi un 15% menos que hace un año cuando produjeron 742. La cifra es, también, más baja que hace dos años en el que se habían producido 709 enterramientos con féretro.
Lo que no cambia es expresar el cariño y el anhelo de quien ya no está con flores. La Asociación de Floristas reconocen que la libertad de movimiento, el año pasado había cierre perimetral en la comunidad, y la ausencia de control de aforos han situado el nivel de encargos en la media de un año normal. También se nota en los puestos de flores de Plaza España que ha vuelto a recuperar la actividad febril de otros años. El sector cifra en un 20% de las ventas del año en este día.