Los menores de 25 años firman dos de cada diez contratos

Diez de cada cien. Es la cifra de parados menores de 25 años en Burgos. Es decir, 1.350 jóvenes están inscritos como demandantes de empleo. Este colectivo protagoniza el 40% de los parados sin empleo anterior, 519 de 1.259 registrados el último mes. En total 9.000 son los menores de 25 años activos, es decir que están en disposición de trabajar, según la última Encuesta de Población Activa (EPA). En cuanto a los jóvenes que suscriben un contrato de trabajo, dos de cada diez emplean a un menor de 25 años.  Es decir, 18.631 contratos de los 95.673 que se han firmado en la provincia de Burgos hasta el mes de septiembre tenia a un menor de 25 años como contratado. Asciende a 13.475 los contratos hechos a jóvenes entre 25 y 29 años.

 

La dificultad del acceso al primer empleo se ha complicado para todo tipo de perfiles entre los más jóvenes y en el programa ‘Creando  Puentes’ de la Asociación Hechos lo han notado. «Hace dos o tres años era más común tener en el programa a jóvenes en riesgo de exclusión ahora hay perfiles de todo tipo, incluso universitarios que no dan el salto al mercado laboral, jóvenes en ERTE que quieren trabajar y no quieren estar en esa situación, y muchos  en una situación estable, con apoyo económico familiar pero que no alcanzan el mercado laboral», explica la subdirectora de la Asociación Hechos, Irene Menéndez.

La bolsa de empleo de la entidad ya tiene a 400 inscritos solo este año. La asociación plantea itinerarios individualizados para «ayudar a los jóvenes a romper esa barrera de acceso al mercado laboral». De ellos, redundan, solo el 10% son jóvenes que han participado en diferentes programas de la entidad por las dificultades de acceso al empleo por falta de formación o estar en riego de exclusión.

De esta manera, aunque hay formación grupal para la búsqueda activa de empleo que les ayuda desde confeccionar un currículum, aprender a buscar el internet, entrar en una Empresa de Trabajo Temporal, y habilidades sociales. «Cuándo una persona con estudios universitarios no alcanza el mercado laboral, quizás tenga que aprender algún tipo de habilidades sociales o comunicativas para tener una entrevista de trabajo con éxito», plantea Menéndez.

En esta línea se enmarcan programas como el Speed Job Dating. Un programa en el que es facilita el contacto entre empresas y jóvenes integrados en el programa de empleo de Hechos. Una actividad en la que participan 24 jóvenes entre 18 y 30 años que tienen una entrevista de 10 minutos con responsables de 13 empresas de Burgos. De estos contactos han surgido oportunidades de empleo. De hecho muchas de las empresas con las que la asociación colabora solicitan perfiles concretos. «A veces nos llaman para cubrir algunos puestos a través de nuestra bolsa de empleo», señala. Aunque los contratos no son tan estables como se desearía. «Hay contratos que se acaban y vuelven a la bolsa, o tienen un ERTE muy prolongado, por ejemplo en hostelería, y buscan itinerarios en otros sectores, nuestro objetivo es ser un punto intermedio entre jóvenes y empresas». 

TRES MINUTOS PARA CONVENCER

Nervios por enfrentarse a una entrevista de trabajo. Algunos por primera vez. Perfiles concretos en búsqueda por parte de las empresas que quieren mirar mas allá de un currículum con el apartado de experiencia en blanco. Ambas sensaciones se sentaban frente a frente en el VII Speed Job Dating. Una entrevista de trabajo de tres minutos, un evento que se repetirá el próximo 23 de noviembre en el salón de Grados de la Facultad de Económicas de la Universidad de Burgos.

En el evento han colaborado con la Asociación Hechos La Asociación de Empresarios del Polígono de Villalonquéjar, GJ Automotive, Cerámicas Gala, Grupo Antolín, La Flor Burgalesa, Ryme Worldwide, Norcolchón, IMAN Temporing, Eurofirms, GI Group, Molienda y Granulación, El Corte Inglés. También colabora la Fundación La Caixa, que ha contado en el evento con un coach, y entidades como Fundación Gutierrez Manrique, la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Burgos.

«Es una actividad directa en la que los candidatos, entre 18 y 30 años, se enfrentan a lo que es una entrevista personal de trabajo», explican desde la Asociación Hechos. «No es normal que salgan de los tres minutos con un contrato, pero si es una pista para que la s empresas tengan un interés posterior por ellos y acabe en contrato», explica Irene Menéndez. Así el programa ha alcanzado en anteriores ediciones un 60% de inserción.

Una vez que los jóvenes acceden al empleo el problema es el tipo de contrato que realizan. El sector es mayoría en contratos de formación (el 44% del total) o becarios (roza el 60%). En números totales los tipos de empleo a los que más aspiran es el obra o servicio (14% del total) y Eventual por Circunstancias de la producción (23%). Están por debajo de la media en obra o servicio, empleo indefinido (14%), Interinidad (15%). En contratos de discapacidad su presencia es nula. A penas cuatro en temporales y ninguno en indefinidos bonificados.