MUNICIPAL
Vigil denunciará en el juzgado las «presuntas corruptelas» del bipartito
Señala que "han decidido crucificarme inventándose para ello el ya conocido asunto de la ‘certificaciones sustraídas’"
El concejal no adscrito Julio Rodríguez-Vigil ha hecho caso al consejo del alcalde, Daniel de la Rosa, que le animaba a acudir al juzgado si consideraba que había casos de corrupción entre el equipo de Gobierno después de que decidiera acudir a la Fiscalía por considerar que el exedil del equipo de Gobierno y Cs podía haber incurrido en un presunto delito de prevaricación administrativa por supuestamente favorecer a un hostelero.
Rodríguez Vigil ha iniciado acciones legales contra el alcalde y «contra el resto de personas que pudieran ser responsables» por los «presuntos indicios delictivos» que ha apreciado en situaciones como el caso ‘Niño Jesús’.
A través un comunicado, el edil no adscrito habla de la «falsas acusaciones» contra él por «una supuesta sustracción de ‘certificaciones’» para impedir el avance de un expediente sancionador a un hostelero.
A través un comunicado, el edil no adscrito habla de la «falsas acusaciones» contra él por «una supuesta sustracción de ‘certificaciones’»
Recuerda que dimite como concejal de Licencias y deja el partido «al que yo me entregué durante años por la deriva que había tomado».
Un día antes, le llama el alcalde y «me dijo: O dimites, o te ceso yo». Pero, añade, «no fue debido a una supuesta ‘sustracción de certificaciones’, sino al caso ‘Niño Jesús’ y a la comisión extraordinaria que había convocado el día anterior a la dimisión para aportar transparencia».
Recuerda que fue él el que pidió abrir expediente a la constructora por «derribar unilateralmente y sin autorización una fachada protegida».
Posteriormente, prosigue, tras una propuesta de la técnico jurídico de una sanción de 150.000 euros, «meses después se apartó de ese criterio, sin la debida justificación y me presentó la resolución en la cual se declaraba la no responsabilidad de la empresa».
Él se negó a firmarlo si «no estaba debidamente justificado». Además, estaba caducado». A continuación, «decidieron crucificarme, inventándose para ello el ya conocido asunto de la ‘certificaciones sustraídas’».
Insiste en que no ha tenido «trato de favor» con nadie y «siempre he cumplido la ley». Remarca que una de las certificaciones que le atribuyen haber sustraído data de enero de 2020, y Rodríguez-Vigil recuerda que el llegó a Licencias en noviembre de ese año. Insiste en que «no pienso dejar mi acta porque a alguien se le meta en la mollera que tengo que dejarla».