El tramo burgalés del Ebro tiene la mayor concentración de náyades autóctonas

La Confederación Hidrográfica del Ebro, organismo autónomo adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITERD), ha concluido las dos campañas de caracterización y seguimiento de bivalvos en la cuenca del Ebro que permiten conocer la distribución de las poblaciones de náyades autóctonas en un caso y en otro, la presencia y evolución de almeja asiática invasora, con el objeto de tener un vector más para el conocimiento del estado ecológico de las masas de agua.

Las prospecciones de náyades autóctonas en el tramo medio alto del río Ebro entre las localidades burgalesas de Valdenoceda y Pangusión (Valle de Tobalina) revelan unos resultados muy esperanzadores. En esta zona, en concreto entre Cillaperlata y Mijaraluenga se encuentra el tramo de mayor densidad de náyades autóctonas de todo el eje del Ebro, lo que lo convierte en una zona idónea para la reintroducción de Margaritífera auricularia, actualmente en situación crítica y en peligro de extinción.

Las prospecciones en este tramo burgalés del río Ebro evidencian una buena distribución de tres de las cuatro náyades autóctonas, además con elevada presencia de ejemplares juveniles. Únicamente nos encontramos tramos de río sin náyades en zonas profundas de embalses.

El mayor número de individuos caracterizado en el tramo, corresponde a Potomida littoralis, con 224 ejemplares seguida por Unio mancus, con 88 y Anodonta anatina, con 18.

Aunque relativamente abundantes en canales y acequias de fondos naturales, estas especies muestran una clara regresión en el cauce principal del río Ebro, con poblaciones cada vez más exiguas y más desconectadas entre sí. La disminución de ejemplares de estas especies se debe, entre otros factores, a la presión antrópica sobre sus hábitats, a la escasa presencia de poblaciones de Blenios (Salaria fluviatilis), peces hospedadores de sus larvas (gloquidios) y a la introducción de especies exóticas invasoras como la almeja asiática (Corbicula fluminea), el mejillón cebra (Dreissena polymorpha) y la Sinanodonta woodiana.

De momento, no se han encontrado ejemplares de Margaritífera auricularia, pero las buenas condiciones del hábitat lo sitúan como emplazamiento idóneo para su reintroducción, si así lo estiman conveniente los técnicos competentes de la Junta de Castilla y León. La situación de las poblaciones de Margaritífera auricularia es especialmente preocupante, por lo que la especie se incluye en la categoría “en situación crítica y en peligro de extinción” en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. Además, está protegida por la Unión Europea al estar incluida dentro de la Directiva Hábitats.

El organismo ha destinado a esta campaña 18.148 euros para los trabajos de campo y análisis de resultados.

Los trabajos de caracterización se vienen desarrollando en la cuenca desde el año 2012 y gracias a algunas de estas campañas se han hallado ejemplares no catalogados de Margaritífera más al norte de reservorios conocidos, e incluso se han encontrado ejemplares en lugares en que se creía extinta la población (Comunidad de Navarra y La Rioja). Además, estos estudios permiten incluir en los proyectos de restauración fluvial, que reducen el riesgo de inundación en el tramo medio, acciones de recuperación de hábitats y establecimiento de zonas de protección.

Las labores se enmarcan en la línea de colaboración del Organismo de Cuenca con las Comunidades Autónomas, administraciones que tienen la competencia en materia de conservación de la fauna.

Especies invasoras

La Confederación ha cerrado también los trabajos de la tercera campaña de seguimiento de almeja asiática (Corbicula fluminea), especie exótica invasora que supone una de las principales amenazas para las especies autóctonas, a estos estudios se han destinado 18.000 euros. Junto con el diagnóstico sobre la evolución y distribución, se recopila información sobre los efectos que esta especie, junto con el mejillón cebra pueden estar produciendo en los habitas fluviales de la cuenca del Ebro.  

En el caso del tramo burgalés se ha constatado la presencia de esta especie exótica invasora, pero en densidades más bajas que en el tramo medio del Ebro.

La almeja asiática está localizada en la mayor parte del eje del río Ebro, estando presente en 16 de las 22 estaciones analizadas. En dos años se ha observado que ha remontado aguas arriba de Logroño y que el tramo sin presencia se centra en las Comunidades de Castilla y León y País Vasco.

Al hilo de trabajos llevados a cabo durante este año se ha observado una presencia muy incipiente de Corbicula en el tramo comprendido entre el Embalse del Ebro y el Embalse del Sobrón, esto se está produciendo por la presencia de una población consolidada en el Embalse del Ebro que aporta individuos aguas abajo. En la cabecera del Ebro no se observa presencia de este molusco invasor.