Menos de diez años para acabar con el Sida

Los casos diagnosticados de VIH han caído a la mitad, en una cifra pendiente de revisar porque la Covid-19 ha acaparado todos los esfuerzos del Servicio de Epidemiología de la provincia, durante el 2020. Ocho casos de Sida se han detectado durante el año pasado en la provincia de Burgos, frente a los 16 de hace una década. El objetivo es que en menos de 10 años se haya erradicado. “Queremos conseguir que en 2030 se haya erradicado el VIH y para ello necesitamos cumplir con tres estrategias claras: uso del preservativo y educación afectivo sexual, facilitar el acceso al PreP y generalizar las pruebas de diagnóstico porque de cada 100 personas afectadas, 13 desconocen que son portadoras”, explica el presidente del Comité Ciudadano Antisida, José Antonio Noguero.Un ejemplo de que la cifra de ocho nuevos casos detectados en la provincia podría revisarse es el hecho de que en el servicio de atención a recién diagnosticados que se presta en el Hospital Universitario de Burgos han acudido 22 personas. Unas apreciaciones que Noguero realizó junto con la concejal de Servicios Sociales, Sonia Rodríguez, y el doctor Juan Francisco Lorenzo en el que se presentó la campaña de información y charlas que el Comité va a realizar en los próximos días y la campaña de realización de pruebas del VIH que se ha llevado a cabo hasta el día de ayer con motivo del Día Internacional contra el Sida que se celebrará mañana. El Comité Ciudadano Antisida refleja que en 40 años se ha pasado del silencio, el ostracismo y la muerte a que el virus es indetectable e intransmitible. “Es una enfermedad que afectó a muchos jóvenes, la mayoría relacionado con el consumo de drogas, entonces no había nada, después se empezaron a conocer los efectos secundarios y ahora, con la investigación y la medicación, se ha llegado a establecer como una enfermedad crónica que reduce su carga viral hasta ser indetectable e intransmitible”, señaló.Destacan que en Burgos se emitieron 10 tratamientos de profilaxis de preexposición (PrEP) que se suministran desde tres centros en Burgos, en cada uno de los hospitales. En Madrid, denuncian, sólo se distribuye en un solo centro con una lista de espera de 3.000 personas. En este tipo de tratamientos reivindican que se atienda a la persona antes que la burocracia y el tener los papeles en orden. “Debe atenderse a todos primero por salud,  después ya se resolverán los trámites burocráticos, no debería ser al revés porque ahora vemos que se ponen demasiadas barreras y dificultades para recibir el tratamiento", explican. Casa de la EncinaEl Ayuntamiento de Burgos dispone en la ciudad de la Casa de la Encina, un lugar de respiro y descanso para personas afectadas por el VIH o Sida. Se atienden las necesidades bio-psico-sociales de personas afectadas. Con diez plazas ahora hay ocho atendidos en estas instalaciones que llevan más de 20 años de funcionamiento y han atendido a cerca de 300 personas. El servicio se cortó el año pasado en seco por la pandemia. "El año pasado nos mantuvimos con los nueve residentes, tuvimos que cerrar la atención por la pandemia", señala Noguero. La pandemia afectó mucho a los pacientes que se atienden desde el comité. "Tuvimos que adaptarnos, como todos, a la atención por teléfono, también nos encargábamos de hacer llegar los tratamientos e incluso a 40 personas les hacíamos llegar productos del Banco de Alimentos", relata. Aunque también destacan al gestión on line de todos los trámites burocráticos. "El perfil de personas que se atienden no se mueven con soltura en el ámbito on line y se ha hecho durante este tiempo mucho apoyo para toda la tramitación on line de todo tipo de asuntos oficiales", explica.