MEDIO AMBIENTE
El pastoreo, un «valor en alza» para revitalizar el medio rural
Ecofrikis rinde homenaje a la trashumancia con la «esperanza» de atraer a jóvenes emprendedores y generar «empleo de calidad» en sectores que se retroalimentan
Se encuentra «en declive» si nos retrotraemos al siglo XIX e incluso a mediados del XX. Pero hay «esperanza». No todo está perdido para la trashumancia aunque dé la impresión, sobre todo desde la ciudad, de que tiene los días contados. Bien lo sabe el presidente de la Fundación Oxígeno, Roberto Lozano, consciente de que la «semilla» de jóvenes emprendedores servirá para generar, más pronto que tarde, «empleo rural de calidad».
Para agilizar el proceso incentivando vocaciones, nada mejor que rendir homenaje al pastoreo itinerante en la décima gala de Ecofrikis celebrada ayer en el salón de actos de la Fundación Cajacírculo, promotora de la iniciativa junto a Oxígeno e Ibercaja.
El acto, la excusa perfecta para visitar la muestra divulgativa sobre la historia del oficio y sus posibilidades de futuro alojada en la sala Círculo Solidario, contó con la «emblemática» presencia de Suso Garzón. Naturalista apasionado, trashumante de corazón y amigo de Félix Rodríguez de la Fuente, no dudó en aceptar la invitación.
Exposición sobre la trashumancia, abierta hasta el 17 de diciembre. TOMÁS ALONSO
Tampoco faltaron a la cita Francisco Martínez, Lalo Miguel y Joaquín García, autores del necesario y único Trashumando recuerdos. Libro y documental -tanto monta, monta tanto- arrojan luz sobre la memoria colectiva de aquellos hombres y mujeres que «sufrían» por igual, a distancia o desde el hogar, las duras condiciones de un trabajo que ha sabido modernizarse para sobrevivir en un contexto de despoblación rural progresiva.
Si algo tiene claro el presidente de la Fundación Oxígeno es que el pastoreo, de punta a punta del país o circunscrito a su entorno más próximo, constituye un «valor en alza» en toda regla. No solo por su capacidad de generar riqueza, sino también por los beneficios medioambientales que acarrea.
De entrada, el «valor añadido» que se aporta a la ganadería es palpable en esa «calidad de la lana y de la carne impresionante que se ha olvidado». Además, ayuda a «transportar semillas» y a «gestionar el monte frente a los incendios». También a que «la tierra sea más fértil» y, en última instancia, garantiza la protección de un vasto patrimonio cultural, histórico y arquitectónico sostenido sobre esa amplia red de vías pecuarias que a tantos pastores ha acompañado durante siglos.
Con la vista en el presente, Lozano celebra la puesta en marcha de jóvenes y prometedores proyectos en la provincia de Burgos que se retroalimentan, desde pequeñas ganaderías que prescinden de intermediarios hasta fabricantes de calcetines de lana. Tales sinergias, en pleno punto de ebullición, ya están propiciando cierto «runrún».
Ante este contexto, el alma máter de la Fundación Oxígeno cree que los Fondos Europeos deben dar cabida «total y absolutamente» a la ganadería extensiva para «luchar contra la despoblación». En este sentido, considera que la Junta de Castilla y León y las diputaciones pueden ser un «revulsivo» de cara al Gobierno. Sobre todo para «eliminar trabas burocráticas» a la hora de pasar de una comunidad autónoma a otra.