SANIDAD
«Ya no hay marcha atrás. El cierre es inminente»
Los trabajadores remarcan que el fin de semana había 42 ingresados / Sacyl apuntó el viernes a un traslado de diez personas para el 1 de enero
La dirección del Hospital San Juan de Dios ya ha comunicado a los representantes de los trabajadores que «ya no hay marcha atrás, el cierre es inminente». De hecho, «la plantilla tendrá el viernes la primera reunión para la negociación del Expediente de Regulación de Empleo», explica la presidenta del comité de empresa, Pilar López-Gómez. Una situación que afecta a 90 trabajadores, la mayoría mujeres que atesoran entre 20 y 30 años de experiencia en la gestión de los cuidados paliativos en la provincia.La plantilla de San Juan de Dios se muestra sorprendida por el cálculo de pacientes que tendrán que asumir con el traslado a espacios del Hospital Universitario de Burgos (HUBU) una vez se deje de prestar servicio. «No sé de dónde sacan 10 pacientes, hasta hace dos días el número de personas ingresadas era de 42 y con ese cálculo que ellos estiman lo único que hacen es confundir a todos», explicó López-Gómez. Desde el Complejo Asistencial estimaron la decena de pacientes trasladados en función de la media de asistencia en el hospital. Esta es de 22 días y estiman que para el 1 de enero quedarán 10 personas. Sin embargo, la plantilla considera que la evolución de los otros 32 pacientes no es algo que pueda preverse por cuestiones organizativas. TrasladosEn cuanto a la situación de las 90 trabajadoras, como es lógico, se muestran bajas de ánimo pero resignadas. «Desde 2014 que se anunció el fin del convenio y se anunció el cierre, nos movilizamos muchísimo. Llevamos con la sombra del cierre mucho tiempo. Cada dos años estábamos otra vez en las mismas hasta que, parece ser, ya no hay marcha atrás». Desde la dirección han comunicado a la plantilla una negociación positiva «por los años de relación entre todos» y con Burgos «quieren negociar bien, pero hasta el viernes no sabemos por dónde caminarán. Estamos a la expectativa». Reconoce López-Gómez que podría haber alguna propuesta de recolocación en otros hospitales de la orden como el que sí está en pleno funcionamiento y sin grietas en su convenio con Sacyl en León. Pero será «en algunos casos, ni mucho menos para todos».Apunta que desde que empezaron los problemas entre Sacyl y San Juan de Dios la plantilla se ha ido reduciendo paulatinamente. «Unas se han ido y han buscado otra salida, otros han pedido excedencias. Ha habido mucho cansancio ante una situación que se repetía cada dos años». Entonces eran 140 los trabajadores en una plantilla que se ha ido reduciendo hasta los 90 actuales.Desde el Comité de Empresa de San Juan de Dios en Burgos aseguran no haber recibido ningún tipo de notificación del Sacyl para seguir prestando servicios en otro centro tras las quejas de los representantes sindicales del Hospital Universitario de Burgos, que exigen más personal y más especializado para prestar una atención de cuidados paliativos. Manifiestan su asombro, además, porque «este hospital que van a cerrar se ha transformado completamente después de que la Junta invirtiera en su reforma», explica. «¿Se va a dejar cerrar en un momento en el que se necesitan espacios?», se cuestiona.