ELECCIONES AUTONÓMICAS
Cs, contra el viraje sanitario del PP: «No había dinero y ahora milagrosamente la chequera se abre»
Verónica Casado asegura que actual consejero de Sanidad «ha hecho por la privatización lo que no he hecho yo en dos años y medio» / Defiende su modelo de reordenación porque «en los próximos siete años se van a jubilar más de 1.000 médicos de Familia y entran 600»
Reconoce sentirse «aliviada», pero no oculta su «tristeza» por la forma en que se produjo su cese. Tampoco su «preocupación» por la sexta ola, que arrastra «unos niveles de contagio todavía muy importantes». En cualquier caso, si algo le llama la «atención» a la exconsejera de Sanidad, Verónica Casado, es el nuevo rumbo del Partido Popular desde que Alejandro Vázquez se hizo con su cartera. Básicamente, porque «no había dinero y ahora milagrosamente la chequera se abre».
En estos términos se ha expresado Casado en Burgos, arropada por los integrantes de la lista provincial de Ciudadanos, aludiendo a los «fuegos de artificio» que el PP de Alfonso Fernández Mañueco puso en marcha tras romper con sus socios de Gobierno. Por ejemplo, pagar a los médicos para que trabajen por la tarde y atiendan a una treintena de pacientes, «uno cada ocho minutos».
Tampoco ha pasado por alto la extitular de Sanidad los más de 6 millones de euros, destinados a tres empresas, para realizar cribados desde unidades portátiles. Más allá del desembolso, no le parece de recibo que se abogue por un sistema que «desechamos porque nos parecía que era peligroso». Principalmente, por el riesgo que supone esparcir el Covid en un habitáculo cerrado en el que los test corren a cargo de técnicos en vez de enfermeras. Es decir, «las personas que están cualificadas».
«No podemos estar diciendo que vamos a garantizar la asistencia todos los días en todos los núcleos porque es mentira».
Así las cosas, Casado considera que, «en cuatro días», su sucesor «ha hecho por la privatización lo que no he hecho yo en dos años y medio». Del mismo modo, ha reivindicado la gestión de Cs al frente de Sanidad porque se hizo lo que «no se ha hecho en 30 años», empezando por la reactivación de «muchas infraestructuras que estaban absolutamente paradas».
Reordenación «con cabeza»
Siguiendo con el balance sobre su etapa al frente de la Consejería, Casado ha defendido su postura favorable a la reordenación sanitaria «con cabeza y con criterios» bajo la premisa de garantizar la cita previa, la acción comunitaria y el traslado a la demanda en el medio rural.
«No podemos estar diciendo que vamos a garantizar la asistencia todos los días en todos los núcleos porque es mentira», ha esgrimido convencida de que incluso tarde o temprano «vamos a terminar cerrando centros de salud grandes». Sobre todo, ha apostillado, porque «en los próximos siete años se van a jubilar más de 1.000 médicos de Familia y entran 600»
Respecto a San Juan de Dios y el mantenimiento del convenio tras la entrada de Vázquez, la exconsejera de Sanidad ha señalado que la actividad asistencial de dicho centro se antojaba insuficiente, por no hablar de que «cuando había problemas repercutían en el Hospital de Burgos». Por eso, porque «no era una estructura que fuera eficiente», apostó en su día por el Divino Valles.