COLEGIOS PROFESIONALES / VETERINARIOS
«Las macrogranjas suponen en España el 0,01% de la ganadería»
El presidente del colegio señala que las palabras de Garzón «denotan falta de información» / Fisac recuerda que «el veterinario ha sabido adaptarse a todos los cambios que se han producido en la sociedad»
Tras más de cuarenta años de trayectoria profesional y veinte de ellos como presidente del Colegio de Veterinarios de Burgos, Tomás Fisac es un gran conocedor de la profesión y de los cambios que ha ido experimentando a lo largo de los años. «Ha cambiado mucho y en general lo ha hecho para bien», apunta el profesional, que tal y como él mismo comenta se encuentra ya en «prórroga de servicio».Si bien señala que «la veterinaria ha sufrido un cambio total en los últimos cuarenta años», apunta que el mal habitual de la historia de la profesión ha sido ser la gran olvidada de las administraciones y «tal vez, estar poco valorada». Y es que, en muchos casos el desconocimiento de la profesión supone que «se olvide que no solo nos dedicamos a la práctica médica o clínica si no que estamos presentes en ámbitos tan diversos como la prevención, la seguridad alimentaria, almacenes minoritarios, mataderos, granjas, explotaciones, etc». Y es que «a pesar de la omnipresencia de la labor veterinaria en la sociedad actual, no se nos valora de igual manera que al resto de los profesionales sanitarios».La labor imprescindible de los veterinarios se vio reflejada durante los momentos más complicados de la pandemia, cuando la profesión fue reconocida dentro de los servicios esenciales. Precisamente sobre la pandemia, ha afectado al sector con «un mayor volumen de trabajo» especialmente en los ámbitos médico y clínico y es que «la situación actual y especialmente a raíz de los meses de confinamiento mucha gente que vivía sola decidió hacerse con un animal de compañía para suplir el vacío y la soledad que a muchas personas les atacó en estos tiempo». De hecho, el profesional señala que «es rara la clínica veterinaria en la que no trabajan do o más profesionales de la veterinaria más otro tanto personal de apoyo». Sin embargo, Fisac señala que «la profesión se encuentra con un número elevado de profesionales entre sus filas» lo que «puede traer también consigo el riesgo de más precariedad». Apunta a este tenor que «hay demasiadas facultades de Veterinaria en el país, en total trece», una cifra «en claro desajuste con lo que hay en otros países europeos» por lo que aboga por «no crear más». Todo ello a pesar de que tal y como señala «la figura del veterinario es mucho más que el médico de los animales» apunta y explica que «se trata de un profesional que ha sabido adaptarse a los cambios que se han ido produciendo a todos los niveles». Declaraciones GarzónUno de los ámbitos de actuación del veterinario han sido y siguen siendo granjas y explotaciones ganaderas. En este ámbito, Fisac apunta que «si bien cada vez menos profesionales viven de la ganadería debido a la transformación del sector, lo que sí se han incrementando son las cabezas de ganado». Es decir «hay más cabezas de ganado en menos manos». En cualquier caso y al hilo de las declaraciones vertidas por el ministro de Consumo, Alberto Garzón, el veterinario señala que «cuanto menos son unas palabras desafortunadas».Apunta a este tenor que «un ministro no puede hacer ese tipo de declaraciones porque denotan falta de información y son falsas». Señala Fisac que «por norma general la opinión pública desconoce la ganadería intensiva, en qué consten sus instalaciones y hablar de falta de bienestar animal y de mala calidad de la carne es propiciar que otros países se froten las manos con esta cuestión», señala y lamenta que el ministro «se mantenga en sus trece».Precisamente a este tenor, el profesional ahonda también en la polémica de las macrogranjas. «Para ser una macrogranja debe contar con más de 4.000 ó 5.000 cabezas de ganado», señala y recuerda que «en nuestro país suponen el 0,01% de la ganadería». En cualquier caso, Fisac recuerda que «la ganadería intensiva es necesaria para dar respuesta a la demanda de carne que hay» y apunta que «en ningún caso esta ganadería se desarrolla sin control». De hecho, «España cuenta con una de las normativas más exigentes de Europa» y «en ningún caso se puede hacer extensivo un caso puntual de una explotación y no podemos olvidar que hay controles y medidas correctoras». Por otra parte, Fisac celebra que los animales hayan dejado de ser cosas para la legislación española. A partir de ahora, se considerarán seres sintientes y como tal tendrán un tratamiento legal diferente a la de cualquier objeto inanimado. «Es una normativa avanzada y acorde a la época en la que vivimos y hace que nuestro país se sume a otros países europeos en los que también están reconocidos como tal». El colegioActualmente el colegio profesional cuenta con unos 450 profesionales a día de hoy. Uno de los puntos fuertes de la entidad sigue siendo una «muy amplia oferta de formación continuada», señala Fisac, quien recuerda que «ya sea vía telemática o presencial, el colegio ofrece cursos, charlas, conferencias, etc. cada semana».