El arzobispo pide colaboración para investigar y reparar los casos de abusos en la iglesia burgalesa
Mario Iceta se compromete a colaborar "en todo lo que esté a mi alcance para erradicar este mal en los espacios eclesiales y en todos los ámbitos
El arzobispo de Burgos, Mario Iceta Gavicagogeascoa, ha puesto a la oficina de protección de menores a investigar un segundo caso de abuso sobre un menor entre las 251 denuncias recopiladas por el diario El País y entregadas a la Iglesia española. Iceta recalca su interés por "esclarecer los hechos guiados por el principio de verdad y justicia para reparar en lo posible el daño causado, pedir responsabilidades a quienes hayan cometido tales delitos, y hacer todo lo posible para que estos hechos no vuelvan a repetirse".Así lo señala en una nota en la que recuerda que la mesa del Congreso ha admitido a trámite la solicitud de ERC, Bildu y Podemos para crear una comisión de investigación sobre los abusos sexuales en la Iglesia, a la par que El País entregó al Papa Francisco y al presidente de la Conferencia Episcopal Española un dossier con 251 denuncias de abusos en los últimos setenta años referidos a clérigos españoles, sacerdotes diocesanos y religiosos. En su comunicado, las primeras palabras del arzobispo burgalés son para "las víctimas y a sus familias" a quienes se ofrece a "conocer hasta el fondo el dolor causado y el destrozo ocasionado en vuestras vidas". Para ello se pone a su disposición "con humildad y respeto para escucharos, acompañaros y colaborar en lo que fuera posible para restaurar el daño ocasionado, tanto a nivel personal como institucional. Estos hechos también me producen dolor y vergüenza. Sé que todo lo que hagamos será siempre poco ante el mal ocasionado. También sé que la palabra perdón se ha ido desgastando. Pero en nombre de la Iglesia quisiera pediros humildemente perdón", confiesa.Un caso hace 57 añosIceta recuerda que El País comunicó un caso en la archidiócesis de Burgos en los años 1962-1965 en el Seminario de Burgos - Escuelas del Padre Manjón, cuyo denunciante permanece en el anonimato,.y explica que la persona denunciada falleció hace veinte años y que "tras investigar en la medida de nuestras posibilidades, no tenemos ninguna denuncia referida a él en ningún archivo y preguntando a quienes le trataron no conocen ningún hecho de esta índole".A mayores, hace referencia a un segundo caso publicado en el mismo rotativo sobre el que la diócesis ha pedido información "para que nuestra oficina de protección de menores lo investigue". El arzobispo agradece "toda labor y acción que tanto los medios de comunicación como otras instancias realizan para ayudarnos a esclarecer los hechos" y propone que además de mejorar la administración eclesial de justicia ante estos delitos, hemos de intensificar la formación y la prevención como una tarea permanente en todas las instancias eclesiales."La Iglesia debe ser un espacio seguro para todos, particularmente para menores, jóvenes y personas vulnerables", explica el arzobispo burgalés, quien se compromete a colaborar "en todo lo que esté a mi alcance para erradicar este mal en los espacios eclesiales y en todos los ámbitos. Los menores y las personas vulnerables son un bien que hay que cuidar y respetar en cualquier contexto y situación". Por ello pide a los miembros de toda la diócesis "toda la ayuda que nos podáis prestar"."Queremos aplicar todos los medios a nuestro alcance para realizar con rigor y profundidad la investigación de cada caso y ponerlos a disposición de la justicia para que realice su labor. Queremos restituir la justicia lesionada a las víctimas y por eso manifestamos nuestra plena disponibilidad de colaboración con las instancias policiales y judiciales", apostilla.Para coordinar mejor el plan de acción contra los abusos puesto en marcha en las diócesis españolas según lo previsto en el motu proprio «Vos estis lux mundi», la Conferencia Episcopal Española ha creado una instancia de coordinación de todas las oficinas de protección de menores. Los instrumentos para conocer la realidad de los hechos en los últimos decenios para prevenirlos y actuar en consecuencia se revelan como necesarios, incluida una eventual investigación encargada a instancias solventes, prestigiosas y veraces, explica el pastor de la diócesis de Burgos.