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fiestas y tradiciones

La luz de Las Candelas ilumina un año para la esperanza

Una veintena de niños y niñas recibieron la bendición de la Virgen en la Misa de la Luz  / El arzobispo pidió en la ceremonia posterior «ser luz para los demás»

Un niño recostado sobre su padre durante la Misa de la Luz. TOMÁS ALONSO.

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Burgos

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El 2022 ha permitido recuperar una de las tradiciones más entrañables de la capital burgalesa, la Misa de la Luz, en la que las familias burgalesa acuden a la iglesia Real y Antigua de Gamonal para renovar las promesas del bautismo de sus hijos. Así y acompañados de un sol radiante una veintena de niños y niñas que han recibido el bautismo el pasado año participaban en la celebración religiosa.

Como es normal, gritos, llantos y risas se mezclaron con las palabras del párroco de la iglesia. «Es una alegría poder recuperar esta bonita tradición después de dos años de pandemia y de que el año pasado solo pudiera venir una niña», señala una abuela orgullosa. Y es que cabe recordar que el pasado 2021 y como consecuencia de las restricciones derivadas de la covid-19 solo una niña acudía a la iglesia en representación de los niños del barrio para conmemorar esta celebración.

Una veintena de niños acudieron a la celebración. TOMÁS ALONSO

Así, después del caluroso recibimiento padres y abuelos se acercaron hasta el altar con sus pequeños en brazos para dar el tradicional beso a la pila bautismal que, en esta ocasión y por precaución, se cambió por una pequeña reverencia de cabeza, los presentes recibieron la bendición del sacerdote en un acto de «agradecimiento a Dios» y «como recuerdo del bautismo recibido».

 Llegaba uno de los momentos más especiales de la celebración, el encendido de las candelas (velas). Este gesto que se realiza el día del bautismo «hoy nos recuerda el compromiso que tenéis con vuestros hijos, ser luz para ellos», señalaba el sacerdote mientras las familias encendían su velas pasando el fuego de unos a otros. 

Los padres alzan a sus hijos para recibir la bendición de la Virgen. TOMÁS ALONSO

Como es tradición la celebración, que representa la Presentación de Jesús niño en el templo, donde  Simeón le reconoce «como el Salvador y  la Luz de la Humanidad», se cierra con  las familias alzando a los bebés en brazos para recibir la bendición de la Virgen de las Candelas mientras se le dedica un canto cargado de devoción. 

Las Candelas

A las doce de la mañana las campanas de la Real y Antigua tañían con fuerza y anunciaban a lo vecinos de Gamonal las Fiesta de las Candelas. Y es que, si no hubiera sido por el resonar de las campanas nada hubiera hecho saber que hoy era un día festivo para el barrio burgalés. 

A la celebración, oficiada por el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, acudió el alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, junto a otros miembros de la Corporación municipal. Con la iglesia llena de fieles, el arzobispo recordó en la ceremonia que «Jesús fue la luz del mundo. Una luz que necesitamos para caminar en un mundo cada vez más complicado»

El religioso aseguró en su homilía que los seres humanos tenemos «una vida cada vez es más complicada y cada vez hay que hacer más cosas». Tenía así un recuerdo para los más jóvenes, de quienes aseguraba que «hoy en día tienen que tener buenas notas, grado, inglés informática, etc, para ser los mejores» y pedía poner atención «al suicidio, primera causa de muerte violenta entre ellos». 

«Hay gente que prefiere no vivir por la complejidad  de la vida y por eso necesitamos una luz que dé sentido al amor, a la vida, a la familia, a la enfermedad y a la muerte», apuntó  y recordó que «la luz de Dios se revela en gestos sencillos y en lo ordinario de la vida».

Señalaba así que los seres humanos «tenemos que reflejar su luz y su amor», cualidades que «hemos visto en estos tiempos de pandemia en los que  mucha gente ha sido luz para los demás acompañando, cuidando, estando».