Satse reclama cubrir el déficit de 750 enfermeras
Hay 2.300 profesionales de enfermería en activo La pandemia deja ratios de 20 pacientes por enfermera «Este sobreesfuerzo repercute en los pacientes y en el sistema»
El colectivo de enfermería está compuesto por 2.300 profesionales que prestan servicio en hospitales, tanto públicos como privados, centros de salud y residencias de ancianos. Para prestar un servicio de calidad en el ámbito sociosanitario se necesitarían 750 profesionales de enfermería más. Así lo demandaba ayer el Sindicato de Enfermería Satse, que realizó una concentración en la entrada del Hospital Universitario de Burgos (HUBU) para remarcar que «asumimos un sobreesfuerzo que repercute en la calidad de la atención al paciente y en el sistema», explicó la secretaria provincial de Satse en Burgos, Silvia G. López. Algo que repercute en el paciente. «Después de la crisis de 2012 las plantillas orgánicas quedaron esqueléticas, y se ha evidenciado un mayor riesgo de infecciones, reingresos y más mortalidad en los pacientes», reclama. Como ejemplo exponen la situación del HUBU con 1.100 enfermeras pero cuya plantilla orgánica asciende a 800 profesionales.
La media es 4,17 enfermeras por cada mil habitantes en la provincia. La situación es un poco mejor en Castilla y León con un ratio de 4,37 por cada mil personas. Y sube en el ámbito nacional un poco más hasta 5,3 enfermeras por cada 1.000 pacientes, y la mitad que la media de la Unión Europea que es de 8,8.
Con la pandemia la situación no ha hecho más que empeorar. En el HUBU se han podido alcanzar, según Satse, los 20 pacientes por profesional. En los comarcales se han llegado a 28 pacientes que alcanzó Miranda antes de la covid-19. «Se habilitaron zonas de URPA y UCI que se ampliaron para pacientes Covid que no se han replegado totalmente y no ha habido un incremento de profesionales de enfermería», añade Silvia G. López. En Atención Primaria remarcan que «todo ha recaído en la enfermería que ha llevado los rastreos, detección de casos, test masivos, vacunaciones ... Había problemas para asistir a todos los pacientes y repercutía directamente en las urgencias», explican desde Satse.
En el ámbito privado denuncian desde el sindicato de enfermería que la situación es aún peor. «En Recoletas han llegado a tener en momentos con un aumento de actividad por derivaciones a una enfermera por cada 30 pacientes y en residencias de ancianos alcanzan un ratio de enfermera por cada 100 usuarios», denuncia Satse. Una situación, que recuerdan, afecta finalmente al paciente pero, también, al desgaste de las profesionales.
De esta manera, Satse ha iniciado a nivel nacional y provincial el objetivo de desbloquear la tramitación parlamentaria de la Ley de Seguridad del Paciente. «Es donde se reflejaría el número de pacientes que tiene que llevar una enfermera en centros hospitalarios públicos y privados y en los centros de salud», señala.
Ahora las diferentes administraciones se escudan, según Satse, en que no hay ningún requerimiento específico sobre el número de pacientes por enfermera. Una información que se incluiría en esta Ley que entró en el Congreso de los Diputados en octubre de 2019 como una Iniciativa Legislativa Popular al recabar 700.000 firmas de apoyo. En diciembre de 2020 fue respaldada por el Partido Popular, el Partido Socialista y Ciudadanos para continuar su tramitación parlamentaria en la comisión de Sanidad. Es el recorrido que ha tenido esta norma que persigue, entre otras cosas, definir el ratio de pacientes por profesional de enfermería que paliaría el déficit actual. «Como no hay nada establecido a nivel gubernamental, es un coladero en el se pueden llevar los pacientes, pero la calidad no es la misma si llevas 10 a si llevas 20», reclamó Satse en Burgos.