Promueve da los primeros pasos con el Burgos Food Center
En un mes presentará el Burgos Food Center a empresas de la ciudad. Busca ser un centro de I+D+i, formación y generador de negocios en torno a la gastronomía
La sociedad Promueve persigue ubicar en la ciudad el Burgos Food Center. Un proyecto que se inspira en el Basque Culinary Center de San Sebastián y que en mes podrá esbozar sus primeros pasos a la empresa agroindustrial burgalesa y entidades sociales y educativas de la ciudad. «En un mes citaremos a empresarios y entidades para presentar este proyecto que va de la mano con otro paralelo para la industria del automóvil», señala el presidente de la Sociedad de Promoción Vicente Marañón.
Aún se trabaja en el diseño de la figura de gestión que podría ser un consorcio que pueda incluir a empresarios, a los que se dará a conocer esta ambiciosa propuesta, pero también las fundaciones bancarias, los centros de investigación de la ciudad como el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (Cenieh), socio en el proyecto de gastronomía y evolución que permitió lograr el sello de Ciudad Creativa de la Gastronomía, o el Instituto Tecnológico de Castilla y León, que desarrolla soluciones innovadoras para las empresas de la región, entre ellas alimentación y automóvil.
Estos proyectos están incluidos en el Plan de Promoción Industrial y Turístico de la Sociedad de Promoción para este ejercicio. El siguiente paso será presentarlo a la Junta de Castilla y León. Algo que ya va con retraso. «Llevamos tres meses de retraso porque queríamos llevarlo primero a la Junta para recabar su apoyo en el sentido de ir a Madrid y Bruselas para obtener financiación, pero llevan tres meses parados y estamos esperando que se conforme Gobierno», señala Marañón.
El objetivo es que la iniciativa pueda captar Fondos Europeos de Transición Ecológica donde las líneas estratégicas se enmarcan en la sostenibilidad tanto en el cambio de motorización del automóvil como en el sector agroalimentario. «Buscamos aprovechar todo el tejido industrial de la ciudad en el ámbito agroalimentario y en el del automóvil para desarrollar material, profesionales, atraer emprendedores que tengan entre sus primeros clientes a industrias punteras de la ciudad que trabajan en alimentación, pero también en soluciones tecnológicas para este sector», explica.
El futuro Burgos Food Center que persigue Marañón tendrá una parte dedicada a I+D+i con la participación de empresas punteras en la ciudad. Un ámbito dedicado a la docencia que implique tanto al ámbito universitario, con la implicación de las universidades radicadas en Burgos (UBU e Isabel I) que tienen grados muy específicos relacionados con alimentación y nutrición, como a la Formación Profesional. También dispondrá de un espacio de comercialización, organización de conferencias y presentación de productos y generar las sinergías que permitan estar al tanto de inversiones y proyectos de la Unión Europea que puedan casar con el fin de estos centros.
«Una parte muy importante está relacionada con la colaboración entre empresas y el apoyo al emprendimiento facilitando el ‘Know how’ de grandes empresas para favorecer el asentamiento de emprendedores tanto de investigación y desarrollo de materiales o servicios profesionales cuyos primeros clientes serán las empresas de Burgos», añade. Otra línea de trabajo se basa en trasladar el valor de la producción burgalesa y las posibilidades de exportación a terceros países en vías de desarrollo. «Si conseguimos que con un avance tecnológico de Burgos, como por ejemplo, las altas presiones se pueda facilitar la producción y exportación de productos frescos desde Mozambique, se ayuda a un país pero también se beneficia el conocimiento generado en Burgos», concluye.