El Correo de Burgos

MUNICIPAL / SERVICIOS SOCIALES

Los usuarios del servicio de comida a domicilio crecen un 50% desde 2019

Con la nueva licitación aumenta el precio del menú de 4,66 a 5,06 por el coste de los alimentos

Una cocina industrial en pleno proceso de elaboración de menús. SANTI OTERO

Una cocina industrial en pleno proceso de elaboración de menús. SANTI OTERO

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Burgos

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El servicio de comida a domicilio para personas en situación de dependencia no deja de crecer en número de usuarios y de menús servidos en los hogares. Durante el pasado mes de marzo se alcanzó la cifra récord de 531 personas dadas de alta, que reciben la comida del mediodía y también la cena, en función de si tienen solicitados uno o los dos menús.

 La Gerencia de Servicios Sociales del Ayuntamiento contabilizaba en diciembre de 2019, el año anterior a la pandemia 354 usuarios. Fue a raíz del confinamiento de 2020 cuando esta forma de atención, que se suma a la ayuda a domicilio y a la teleasistencia, despegó de una manera que no se preveía hasta alcanzar las 482 altas, en diciembre de 2020, un 36% de incremento interanual. 

Pero los momentos más complicados de la pandemia y de confinamiento en los hogares pasaron y, sin embargo, sigue el ascenso hasta los 512 usuarios de diciembre de 2021 y los 531 actuales, a marzo de 2022, según los datos facilitados por este área municipal. Así, el porcentaje de aumento de usuarios desde 2019 hasta ahora es de un 50%.

Como explica la concejala de Servicios Sociales, Sonia Rodríguez, el «boca a boca» ha contribuido a este incremento de beneficiarios, aunque también considera que este interés tiene mucho que ver con el envejecimiento de la población burgalesa. 

Así, llama la atención sobre el hecho de que el 65% de los demandantes son mayores de 80 años y el 26% de ellos son incluso mayores de 90 años. «Tenemos gente que está casi llegando a la centena y que permanece viviendo en sus hogares, gracias al apoyo de estos servicios a domicilio», destaca Rodríguez, que lo considera una buena opción para alargar la estancia de los mayores en sus casas y, por tanto, retrasar al máximo otras posibilidades como la atención residencial. Todo el tiempo que las personas con un grado de dependencia puedan estar en sus viviendas, representa para los Servicios Sociales calidad de vida. «Es algo que hace muy valioso este servicio», opina la edil, que comenta que hacer la compra semanal o diaria y, por supuesto, cocinarla después, representa grandes dificultades para personas con dependencia.

«Tenemos gente que esta casi llegando a la centena y que permanece viviendo en sus hogares, gracias al apoyo de estos servicios a domicilio», destaca Rodríguez

Otro dato referido al perfil de las personas que optan por la comida a domicilio es que el 53% son mujeres y el 46% hombres.

Durante la etapa del confinamiento, en el estado de alarma de marzo a junio de 2020 e incluso meses después, la Gerencia de Servicios Sociales amplió esta prestación a personas aisladas en sus casas por la covid-19. Esta opción ya ha desaparecido en la actualidad, sin embargo, a la vista está que los usuarios no han descendido.

En cuanto a la evolución de los menús servidos en los hogares, aquí están algunos datos. Si a diciembre de 2019 se habían repartido durante ese ejercicio hasta 90.000, en ese mismo mes del año siguiente se pasó a 125.000 comidas. El pasado año, entre enero y diciembre de 2021, la cifra se elevó a 141.000, un 12,5% más que en 2020 y un 57% más que en 2019.

Este éxito obligó a la Gerencia de Servicios Sociales a lanzar un nuevo pliego, a caballo entre 2021 y 2022, puesto que el crédito del contrato de 2019 se había consumido y, de hecho, fue necesario suplementarlo para acabar el año 2021. Con la nueva licitación, la principal novedad es que el precio del menú se ha incrementado como consecuencia de la escalada de precios de los productos alimentarios, pero también de la energía que se consume en las cocinas donde se elaboran, así como del combustible de las furgonetas que tienen que repartirlo. 

Si en 2019 y hasta que se adjudique de manera definitiva el contrato, el precio del menú estaba en 4,66 euros más IVA, se va a pasar a 5,06 euros más IVA, aunque el precio base que estableció el Ayuntamiento en el pliego fue de 6 euros.

Servicios Sociales está pendiente de firmar el nuevo contrato, a la espera de la documentación, con IGMO, la misma empresa que lo estaba llevando con anterioridad y que ha resultado adjudicataria entre tres licitadores.

Los usuarios del servicio se hacen cargo de un 33% del coste de esta prestación, que se paga siempre teniendo en cuenta el nivel de renta, mientras que la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Burgos cubren el resto. 

La nueva adjudicación se realiza por un tiempo de dos años, más otros dos de posible prórroga, por 360.000 euros anuales, un total de 1.440.000 euros por los cuatro años.

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