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La retirada de la mascarilla en interiores arranca tímidamente en los locales de Burgos

La inmensa mayoría de los burgaleses seguía llevando hoy la mascarilla en comercios, supermercados y centros de trabajo / El Colegio de Médicos de Burgos recomienda su uso a mayores de 60, personas inmunodeprimidas o con enfermedades de riesgo y embarazadas

Una mujer hace la compra sin mascarilla en el Mercado Sur. SANTI OTERO

Burgos

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Desde hoy las mascarillas han dejado de ser obligatorias en los espacios interiores. Ya es oficial después de que el Boletín Oficial del Estado (BOE) haya publicado el Real Decreto que contempla la medida aprobada ayer por el Consejo de Ministros. La norma recoge, eso sí, algunas excepciones en las que la mascarilla sigue siendo de uso obligatorio.

Así, deberá seguir llevándose en centros, servicios y establecimientos sanitarios por parte de los trabajadores, de los visitantes y de los pacientes con excepción de las personas ingresadas cuando permanezcan en su habitación. También en los centros sociosanitarios, cuando trabajadores y  usuarios estén en zonas compartidas y en los medios de transporte. 

Sobre el uso de las mascarillas en los puestos de trabajo, el real decreto señala que con carácter general «no resultará preceptivo el uso», aunque deja en manos de los departamentos de prevención de riesgos laborales la puesta en marcha de medidas preventivas adecuadas una vez que se haya realizado la evaluación de los riesgos.

En la capital burgalesa, en comercios, supermercados, restaurantes y bares la mascarilla sigue siendo un complemento más para la inmensa mayoría. Y es que hay quien considera que la retirada en interiores es «un poco precipitada». Así lo asegura Carmen, que ha acudido a un supermercado del centro de la ciudad a hacer la compra. «Por el momento seguiré llevándola en supermercados y comercios o en sitios donde haya mucha gente», explica.

En el otro lado de la balanza se encuentra Javier. Camina por el supermercado sin mascarilla y «con tranquilidad». Para este burgalés «era una medida que tenía que llegar tarde o temprano» porque «ya no las estábamos quitando en bares y restaurantes». De hecho, considera «un poco absurdo tener que entrar por la puerta con ella puesta y en la barra poder quitártela». En cualquier caso cree que es positivo mantenerla en «transportes y en centros de salud u hospitales». 

Sin duda, las opiniones son dispares. A Sofía le parece que la medida se ha puesto en marcha «demasiado pronto», especialmente «viniendo de un periodo vacacional como la Semana Santa». Igual que ella piensa Diego,  que espera a que sus hijos salgan del colegio Miguel Delibes.

Esta mañana los progenitores recibían una notificación a través de la app del colegio en la que se especifica que «no será  obligatorio el uso de la mascarilla ni para alumnado ni para personal a excepción de los mayores de seis años en adelante cuando usen transporte escolar». La comunicación recomienda, eso sí , que «se use mascarilla en espacios cerrados cuando haya personas vulnerables y no se pueda mantener la distancia».  

Varias personas compran con mascarilla en el Mercado Sur. S.O.

A primera hora de la mañana la inmensa mayoría de los alumnos llevaba mascarilla, algo que cambiaba a la salida, cuando más niños salían sin ella. «Por el momento nuestros hijos seguirán llevando la mascarilla en el interior del centro durante unos días mientras vemos cómo evoluciona la situación», señala uno de los padres. Otras de las madres,  sin embargo, cree que «ya era hora» de retirar las mascarillas a los más pequeños. «Son uno de los colectivos que más ha sufrido esta pandemia a todos los niveles y han hecho grandes esfuerzos estos dos años teniendo que jugar incluso en el patio con mascarilla o en grupos reducidos».

Uso responsable

Desde el Colegio de Médicos de Burgos, los profesionales sanitarios apelan a la «responsabilidad ciudadana» ante el fin del uso de mascarilla en interiores. Así, recuerdan a los ciudadanos que «está en la mano de cada uno el poner o no en riesgo a los demás, y en especial, a las personas más vulnerables. Se recomienda el uso responsable de las mascarillas en la población vulnerable, como los mayores de 60 años, las personas inmunodeprimidas, con enfermedades de riesgo o las mujeres embarazadas».