La Gala Solidaria de Burgos por Ucrania recauda más de 1.000 euros

Los aplausos recíprocos entre los artistas y el público aún resuenan. La Gala Solidaria por Ucrania celebrada en la tarde del sábado en el centro cívico Río Vena salió a pedir de boca. Fue «dinámica», «variada» y, sobre todo, «muy divertida».

Nadie salió descontento de la cita, pero lo más importante es que Sergio de la Fuente, Tati Sastre y Miguel Sevilla lograron recaudar más de 1.000 euros para la misión humanitaria que llevarán a cabo a partir del 23 de mayo trasladando productos de primera necesidad a Przemyls (Polonia).

«La magia dio mucho juego porque salió gente a participar», recuerda Sergio, agradecido y satisfecho a más no poder tras comprobar la excelente sintonía entre todos los asistentes. Y con asistentes también alude a los artistas, pues «se involucraron con el público y antes de las actuaciones hablaron con ellos».

La Gala tuvo unos cuantos momentazos. Entre ellos, la inesperada y sorprendente irrupción de un espectador que «se metió al público en el bolsillo» con su poderosa voz al interpretar Necesito respirar de Medina Azahara. Sergio tenía constancia de su experiencia en orquestas durante sus tiempos mozos y sabía que no decepcionaría.  

Al margen de la aportación de las entradas, más de uno realizó donaciones aparte para colaborar en una misión que ya ha logrado receptar material humanitario procedente de Burgos, Villariezo, Coslada o Tres Cantos (Madrid). No en vano, Sergio remarca que todavía se puede seguir colaborando para ayudar en la medida de lo posible a la población civil ucraniana que trata de subsistir como puede en plena guerra.

Les llegan noticias de que se empieza a producir un «flujo a la inversa». Es decir, ucranianos que «quieren volver».

A una semana de emprender el viaje, Sergio, Tati y Miguel continúan en contacto con varias personas de Ucrania para gestionar el envío de ayuda desde la frontera polaca. Como ya avanzó Sergio a este periódico, no descartan la opción de volver con refugiados que tengan familiares o amigos con los que quedarse.

Sin embargo, les llegan noticias de que se empieza a producir un «flujo a la inversa». Es decir, ucranianos residentes en España u otros países que «quieren volver». De momento, parece ser que se trata de «casos esporádicos», pero Sergio considera que «igual es reflejo de algo».