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MUNICIPAL

Fomento no descarta que haya que demoler parte de la plaza de Santiago

En las próximas semanas se harán catas sobre el terreno para estudiar la solución a las goteras del anillo central / El Ayuntamiento solicitará la declaración de lesividad de la recepción de la obra por no ser conforme al proyecto

Varias personas caminan por la plaza de Santiago, en la capital burgalesa. TOMÁS ALONSO

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Burgos

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La plaza de Santiago se someterá en las próximas semanas a catas sobre el terreno para tratar de encontrar el origen del agua que genera las goteras en el anillo central y no se descarta que sea necesaria una demolición de parte de lo construido para corregir los fallos.  La Gerencia de Urbanismo sigue analizando las posibles soluciones, así como los distintos informes que se van sucediendo, el último el encargado por el área municipal de infraestructuras a la dirección facultativa de la obra y a la empresa contratista, Construcciones Ortega.

El concejal socialista Daniel Garabito explicaba que el objetivo del Ayuntamiento de Burgos es la subsanación de las goteras y que «no sea a costa del dinero público». Con esta afirmación, quería tranquilizar a los vecinos y propietarios de los garajes y trasladarles que el equipo de Gobierno no está parado. «Si podemos arreglar el problema en el próximo mes y medio mejor que dentro de cuatro meses», expresa.

Sin embargo, todavía son varios los frentes abiertos y las «hipótesis» sobre las causas de las goteras que hay que comprobar a partir de esas catas, que serán el primer paso en las próximas semanas. 

La empresa atribuye a los movimientos del forjado, que han sido mayores de lo previsto, el hecho de que se han podido producir «choques con la tela asfáltica dañándola». De hecho, como indicaba el edil se ha probado a echar agua sobre las fisuras aparecidas en la parte superior de la plaza y ahí no se ha encontrado «causa efecto» sobre las goteras de la zona central, mientras que sí se ha visto que si se vierte el agua directamente sobre el forjado original, a más de un metro de la superficie, es cuando aumentan las goteras. 

Si se comprueba que esos movimientos del forjado han provocado daños en la tela asfáltica la contratista plantea  una demolición y, a continuación, rehacer los muros de hormigón en la zona central de la plaza, donde antiguamente había una fuente; una actuación que supondría alrededor de 110.000 euros.

Garabito señalaba que en el informe se refleja, por tanto, que el cambio de pavimento con el que se remató la plaza, de asfalto pulido a aglomerado asfáltico no estaría detrás de la aparición de las filtraciones de agua. De hecho, ya se corrigieron las que aparecieron junto a la zona de los respiraderos del garaje.

Mientras se valoran los resultados del informe, la Gerencia de Urbanismo ha requerido a la empresa contratista a arreglar las goteras puesto que, «lo que está claro», en palabras del concejal de Urbanismo, «es que se ha recepcionado una obra que está en periodo de garantía». Y añade que «pelearán» para que las reparaciones no cuesten dinero a las arcas públicas.

Por vía administrativa

Desde el punto de vista administrativo, el equipo de Gobierno tiene otro frente abierto que consiste en la intención de que el juzgado de lo Contencioso-Administrativo declare lesiva para el interés público la recepción de las obras de la plaza de Santiago en base a que la intervención no se ejecutó «conforme a proyecto».  

Garabito indicaba que son varios los pasos que hay que dar para conseguir esa declaración, que trataría de corregir el hecho de que el cambio de pavimento de la plaza se realizó sin haber solicitado un modificado de la obra.

El informe del jefe de contratación, que se dio a conocer hace varias semanas, sobre el cambio de pavimento en la plaza de Santiago concluyó que  la dirección facultativa de la obra debía haber solicitado un modificado del contrato para sustituir el firme que aparecía en el proyecto de la obra por el que finalmente se puso.

El equipo de Gobierno tendrá que solicitar más informes técnicos para enumerar los trabajos que no atendían al proyecto, redactado en su día por la empresa EIC. En este sentido, el concejal recordaba que, además del cambio de pavimento, se colocó una segunda capa de impermeabilización, dos actuaciones no recogidas en el proyecto. Con ese informe se dará voz a los servicios jurídicos municipales, que concluirán si la obra se hizo conforme a lo dibujado en los planos y a lo recogido en el pliego de licitación. 

El siguiente paso será llevar la declaración de los servicios jurídicos al Pleno para después, con el acuerdo que se tome, ir al Contencioso-Administrativo. De obtener una sentencia favorable, se conseguiría que administrativamente la obra siguiera abierta. «Daría pie a solicitar el modificado de obra que en su momento se omitió y desandar los pasos para que la situación administrativa sea la correcta», concluye.