TRIBUNALES
Condenado un exdirector de banco en Burgos por estafa y falsificar firmas de clientes
El acusado también engañó a su suegro para obtener dinero
La Audiencia Provincial de Burgos ha condenado al exdirector de una sucursal de Banesto en el barrio de Fuentecillas a una pena de tres años de cárcel por estafar de forma continuada a clientes y falsedad documental. Unas estafas que alcanzaron también a su suegro. Además, según señala la sentencia de conformidad, deberá indemnizar a las víctimas con más de 90.000 euros. Entre los afectados están dos clientes, a los que a finales de 2009 endosó en su cuenta dos créditos preconcedidos sin su conocimiento. El primero por un importe de 14.036,19 euros, y el segundo por 31.744,93 euros. El acusado falsificó las firmas de estos dos clientes. De la cuenta de estos dos clientes, imitando la firma de uno de ellos, pidió emitir un cheque al portador por 21.500 euros que ingresó en una cuenta de la que el acusado era titular. Además sacó efectivo de la cuenta de estos dos clientes por valor de 3.800 euros, así como una transferencia de 1.500 euros a una cuenta del acusado. Otro de los afectados era una empresa de alquiler de vehículos que tenía dos cuentas bancarias. El acusado vinculó esas cuentas con las de los anteriores clientes también estafados, falsificando las firmas, con el objetivo de obtener 3383,53 euros. Esta empresa demandó a la entidad bancaria. Otra cliente a la que estafó el acusado tenía una demencia avanzada y había declarada incapaz por el juzgado en marzo de 2009. El acusado falsificó la firma de esta mujer para sacar de su cuenta un total de 34.627,75 euros. Esta mujer falleció en abril de 2013, quedando como herederos sus tres hijos. Uno de ellos era titular de una cuenta en el banco, lo que aprovechó el acusado para falsificar su firma para hacer una transferencia de 1.122 para la póliza de su seguro médico privado. También utilizó a su suegro para realizar estafas. Aprovechando su delicado estado de salud le pasó diversos documentos bancarios para que su suegro firmó pensando que era para su beneficio. Sin embargo, el acusado los usó para obtener un total de 26.000 euros. Además, el acusado le pasó otro documento, que su suegro también firmó, para solicitar un préstamo a su nombre por valor de 30.750 euros. La entidad bancaria pudo recuperar 14.800 euros de una cuenta bancaria de la esposa del acusado y llegó a un acuerdo con él, tras conocer las estafas, para que dejara el banco y pagara 32.512 euros, aunque el tribunal desconoce si ha cumplido con ese compromiso. Más de 10 años de procesoLos hechos juzgados se remontan a más de diez años. En la sentencia se señala que el procedimiento se inició en 2010, y no es hasta marzo de 2014 cuando se decide practicar la prueba caligráfica pericial, que no se puede llevar a cabo hasta el 29 de enero de 2018.El tribunal recuerda que esa demora es parte de culpa del acusado, que estuvo en paradero desconocido hasta el 15 de junio de 2015. El resto es por la ampliación de la instrucción al conocerse nuevos hechos. El acusado ha abonado 30.000 euros como pago parcial de las indemnizaciones.